LOS DETENIDOS DE ‘LA MIGRA’
En el Supremo
Las prisiones privadas son consideradas inseguras para albergar delincuentes. Pero parecen ser ideales para recluir a los indocumentados, que pueden estar detenidos por años, sin derecho a fianza, mientras esperan un proceso de deportación.
Esto va contra todos los principios de un estado de derecho. Esos que garantizan que los presos encerrados por haber cometidos delitos tienen acceso a servicios básicos y la protección de no estar detenidos indefinidamente sin que se le presenten cargos o una audiencia de fianza.
Este es el presente para más de 40,000 indocumentados, cuyo número aumentará si el próximo gobierno cumple con elevar las deportaciones. La única protección contra ello depende de la Corte Suprema de Justicia.
Está hoy en las manos de los ocho jueces del Alto Tribunal poner un límite a lo que es un abuso a los derechos humanos. El caso que estudia la Corte y que podría sentar un precendente en el tema es el del residente legal Alejandro Rodríguez, traído de niño a Estados Unidos y que mientras se defendía de la deportación estuvo detenido por tres años sin audiencia de fianza por un delito de tránsito y posesión de droga.
Hace unos días, poco después de escucharse el caso de Rodríguez, un panel del Departamento de Seguridad Nacional decidió seguir con el encierro de indocumentados
«La Corte puede decidir la vigencia de los derechos de los indocumentados detenidos»
en prisiones privadas. Esas mismas cárceles que el Departamento de Justicia decidió hace unos meses sacar de circulación por considerar que ponen en peligro la seguridad de los presos.
Por ejemplo, el contrato con la prisión de Correction Corporation of America en el Condado de Cibola, Nuevo México, fue uno de los pocos cancelados por Washington debido a negligencia médica y falta de control de calidad interna. Pero esta prisión, con el mismo administrador, ahora alojará a indocumentados. La diferencia es que antes estaba bajo la vigilancia del Buró de Prisiones y ahora estará bajo la Agencia de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Si el pasado es un ejemplo, es de temer que una agencia como ICE, con poco control y un largo historial de abusos, sea la responsable de garantizar que los inmigrantes detenidos reciban buena atención.
Es difícil que la Corte Suprema supere su actual división de 4-4, pero hoy es la única esperanza para evitar que haya más indocumentados detenidos sin los derechos que están garantizados incluso para el peor de los criminales.