LA ECONOMÍA MEJORÓ CON BARACK OBAMA
Para medir el éxito o fracaso de la gestión económica del presidente Barack Obama basta recordar la difícil situación con que recibió el país, hundido en la peor recesión desde la Gran Depresión, y compararla con la actualidad.
Durante años los republicanos criticaron la política de la Casa Blanca por considerar que la recuperación económica era anémica, que no llegaba a todos los estadounidenses. Lo cual es cierto. Pero gran parte de esta responsabilidad cae sobre ellos ya que desde el Congreso obstaculizaron los proyectos de Obama para reactivar la economía a través de inversiones necesarias de infraestructura.
Ya en la campaña presidencial de este año se perfilaba lo que iba a ser el balance económico del final de la presidencia de Obama.
Un crecimiento anual de 3.5% entre julio y septiembre, el mayor en dos años. Un desempleo de 4.6%, el más bajo en los últimos nueve años. Este año se sumaron 180,000 empleos, lo que es una baja de los 229,000 de 2015 pero está muy lejos de la pérdida continua de miles de empleos de cuando recibió el gobierno en 2008.
Para el presidente electo Donald Trump, como para dos tercios de sus seguidores, las cifras eran una “ficción total” porque no se adaptaban a su narrativa de desastre. Las estrategias políticas dan para todo incluso para negar lo que es obvio.
Lo sorprendente es que Trump asegure que su victoria ha convertido un mundo “sombrío” en uno de “esperanza”. Para ello menciona Wall Street y manipula un reporte sobre ventas navideñas.
Es cierto que el mercado de valores está cerca de un récord por el alza sustantiva de indicadores. Y, en contrapartida, hay altos ejecutivos financieros nominados a puestos clave en el nuevo gabinete.
En el otro caso Trump dice el gasto navideño superó el billón de dólares como reflejo de la esperanza que él despierta. Lo que no dijo es que esa cifra es de un sondeo Deloitte que proyectó que entre noviembre y enero se gastaría esa cifra, y no algo que ya ha ocurrido como dice el republicano.
Es de esperar que Trump tome algún crédito de los beneficios de una economía que va en mejora, pero al menos tiene que esperar a asumir la presidencia. De todas maneras, no se podrá ocultar que, con todas sus limitaciones, la economía estadounidense mejoró mucho durante la presidencia de Obama.l