AÑO NUEVO, VIDA NUEVA
Ya estamos por empezar el año, el tiempo va pasando muy rápido, en un abrir y cerrar los ojos ya estaremos nuevamente en el verano y luego estaremos celebrando Navidad. Increíble pero es la verdad, tenemos que ganarle al tiempo y me imagino que a estas alturas ya tenemos nuestros propósitos y metas para este año que empezamos con mucha fe y optimismo y, como decimos siempre, ‘año nuevo, vida nueva’.
Si todavía no tiene su lista de todos sus proyectos, lo animo a que tome papel y lápiz y “comience ahora”. No lo deje para mañana, puede ser tarde, de nada nos sirve escribirlos o decirlos si no empezamos desde ya. Tengo un pariente que ha caído en este error y es triste oírlo todos los años diciéndole a su esposa: “este año es el nuestro, tengo este nuevo proyecto” pero no ha hecho nada de nada. La vida se le ha pasado pensando y pensando y llevan más de 40 años de casados, ya con hijos y toda la familia habla de lo mismo, “el nuevo proyecto”. Es triste desperdiciar así nuestra vida.
Conozco a muchas perso- nas que una de sus resoluciones de cada año es aprender a hablar inglés, pero no han hecho nada para lograrlo y me dicen que cuánto dieran que el inglés viniera en pastillas. Han pasado los años, no hablan inglés y lo peor del caso es que el español se les está olvidando, ni lo uno ni lo otro. Qué tristeza
Ánimo, sea la resolución o meta que tenga en mente, comience ahora, no deje para mañana lo que puede hacer hoy. Si está buscando trabajo, no se quede sentado en la casa viendo televisión, salga a golpear puertas, a buscar, adelante. Como dicen las escrituras en Mateo 7:8 “Porque todo aquel que pide, recibe; y todo aquel que busca halla, y al que llama se le abrirá”, que no se quede en proyectos.
Posiblemente usted ya tenga su lista, pero la primera, si se le había olvidado, debe ser nuestro crecimiento espiritual, nuestra comunión con Dios, al fin y al cabo debe ser la más importante, todas las metas son buenas y útiles pero esta tiene que ser la número uno en nuestra vida. Recordemos que “Pues si vivimos para El Señor vivimos y si morimos para El Señor morimos, sea que muramos o sea que vivamos somos del Señor”, dicen las escrituras en Romanos 14:8
Recordemos que nada de lo que hayamos logrado o alcanzado en esta vida nos llevamos el día que tengamos que partir, pero una cosa es segura: llegaremos a la presencia de Dios, no se nos olvide que las cosas materiales hoy están, pero mañana ya no estarán. Los logros materiales son importantes, pero no los más importantes. Hoy por hoy hay un enfriamiento espiritual en nuestra humanidad, lo vivimos en nuestra sociedad, hagamos un cambio, empecemos bien el año, recibamos a Jesucristo como nuestro Salvador, que esta sea nuestra principal resolución. Dios los bendiga, se me portan bien y buen genio.l