Vivienda y trabajo, prioridades para familias que llegan de Puerto Rico
Numerosas organizaciones en la Florida Central brindan apoyo a los recién llegados de la isla
Ante la continua llegada a la Florida Central de familias puertorriqueñas llegando crecen las necesidades de vivienda, trabajo y servicios para empezar sus nuevas vidas en el estado del sol.
A casi un mes del paso del huracán María en Puerto Rico, y con los estragos que aún sufre la isla, ya son 38,000 puertorriqueños los que han llegado a la Florida y los centros de ayuda dedicados a estas familias en Orlando los orientan y apoyan en sus necesidades básicas y también a largo plazo.
“Perdí mi empleo en Puerto Rico, estoy buscando trabajo y vivienda porque por ahora estoy con mi hermana, pero somos 13 en una apartamento de tres cuartos y llevamos una semana y media así… Necesito encontrar un sitio barato”, dijo Delis García, del pueblo Florida de Puerto Rico, quien llegó a Orlando junto a su mamá y tres hijos de 7, 3 y un año de edad.
Ella como Elsa Maldonado, con dos nietos de 8 y 7 años, e Idalys Herrera, con tres hijos de 7,6 y 3 años, coincidieron en la necesidad de encontrar vivienda a bajo costo y trabajo para salir adelante, porque llegaron para establecerse de forma permanente dado que las condiciones de mejora en sus pueblos en Puerto Rico no son alentadoras.
Estas familias llegaron hasta el Centro de Respuestas para Familias Puertorriqueñas, una iniciativa de la Cámara de Comercio Hispana del estado de Florida y Latino Leadership Inc., en Orlando, donde fueron recibidos por la puertorriqueña Maritza Sanz, presidenta de Latino Leadership, y por voluntarios ubicados en mesas con computadoras e información impresa de diversas ayudas: empleo, salud, escuelas, alimentos, consejería mental, referidos para vivienda, entre otras ayudas.
“Hay mucho dolor en estos momentos, las familias llegan vulnerables y tienen necesidades de vivienda, trabajo, que sus hijos vayan a las escuelas. Pero la necesidad inmediata es la vivienda, así que tenemos que trabajar unidos para hacer una cadena de ayuda. Quien tenga una habitación para alquilar, una casa, quiera vender un carro a bajo precio, déjennos saber. Son nuestros hermanos y hay que darles la mano”, dijo Sanz.
Y es que su preocupación de brindar ayuda va más allá y por ello se emprendió la iniciativa el Fogón de María para ofrecer comida caliente y que las familias sientan el calor humano que les brinda esta entidad.
Incluso, los asistentes disfrutaron de una parranda boricua que llegó hasta el sitio, entonando “Levántate borincano es hora de trabajar, porque lastimó María la tierra que tanto amo, y por la gracia de Dios, volveremos a levantarnos. Juntos como hermanos…. volveremos a levantarnos”.
Por su parte, la puertorriqueña Maldonado, originaria de Arecibo, perdió su casa y padece de una condición médica, por lo que su prioridad es seguir con su tratamiento de quimioterapia.
Su hija Marangeli González dijo estar agradecida por la amabilidad de las personas del centro que les ofrecieron comida y ropa para sus nenes, y además le dieron información de una oficina de médicos a la cual iba a llamar para que su madre pueda seguir con su tratamiento.
Del mismo modo, García, dijo haberse sentido bien recibida en este sitio y que atendieron sus necesidades. “El tacto humano es lo mejor que he recibido aquí. Esas palabras de ‘te vamos a ayudar, aquí estamos’ son importantes para nosotros en estos momentos. Las cosas en Puerto Rico no están nada bien, no hay luz ni agua, hay mucha lluvia, hay largas filas para ir a comprar algo, y por donde vivo está muy oscuro, temía por nuestra seguridad. Hasta dónde estamos nunca llegó ayuda del gobierno”, dijo. En el centro recibió bolsas de