EL CELULAR NO ES LO IMPORTANTE
Cada vez que paso por un área donde acaba de ocurrir un accidente me digo: “apuesto que fue por un celular”. Hasta que no pierdan a un ser querido no van a entender el sufrimiento tanto de las víctimas como sus seres queridos que tienen que ayudar durante ese proceso de recuperación.
Me he entregado tanto a esta causa que estoy imprimiendo unos ‘Bumper stickers’. ¡No eres tan importan- te! Yo no soy tan importante que tenga que permitir que un texto me prive de la vida. El día que atropellaron a mi hijo me enteré a las dos horas. No porque estaba manejando, porque estaba trabajando en mi oficina, pero la secuencia en que ocurren las cosas. No vas a cambiar nada texteando mientras manejas. ¡Suelta el teléfono! No tienes que aguantarlo porque si fuera parte de tu cuerpo, Dios te lo hubiese puesto en el cuerpo. Yo hablo por un ‘hands free’ y no toco el teléfono al menos que esté en un semáforo. No mientras manejo porque es mi responsabilidad manejar.
Le doy gracias a Dios no solamente por concederme la dicha de ser madre de un buen hombre que tiene una segunda oportunidad en la vida sino también agradezco lo mucho que he aprendido sobre el tema. Me asombro de las maravillas de esa parte tan frágil dentro de nuestra cabeza.
Anoche, viendo un programa con mi hijo, le comenté que siempre le protegen el pecho a la policía pero nunca la cabeza. Mis amores, sin el cerebro, de nada sirve tu corazón. ¿Por qué protegemos el cuerpo y no el cerebro?
Un abrazo y por favor, cuando enciendas el auto, no agarres el teléfono y mira dos veces.