Niños adictos a la tecnología
¿El trastorno del videojuego es una afección real? Verdades y mentiras
¿Tus hijos llevan sus Nintendo Switch a todos lados o fijan la vista en la pantalla de su teléfono inteligente en todo momento? ¿Te preocupa que pasen demasiado tiempo jugando videojuegos en dispositivos electrónicos?
Los expertos tienen opiniones divididas con respecto a si el trastorno del videojuego se trata de una afección mental real o, simplemente, una conducta molesta común y corriente de niños y adolescentes.
Independientemente del nombre que le pongas, casi todos los padres están de acuerdo que muchos niños pasan demasiado tiempo con sus teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos.
Benjamin Shain, M.D., Ph.D., jefe de psiquiatría de niños y adolescentes en NorthShore University Health System en Chicago, indica que, de lo que ha visto en su práctica médica, la adicción a los videojuegos es un problema único.
Shain agrega: “Hay niños que no pueden sobrevivir, según ellos, sin los videojuegos, lo que los lleva a utilizar su tiempo libre y el de las tareas escolares”.
Los posibles riesgos a la salud que tienen los niños por pasar demasiado tiempo frente a una pantalla han llegado a los titulares recientemente debido a dos cambios: la Organización Mundial de la Salud (World Health Organization, WHO), una agencia de las Naciones Unidas (UN) que se enfoca en la salud a nivel mun- dial, anunció que clasificaría al trastorno del videojuego como una afección distinta y algunos grandes inversionistas de Apple han comenzado a forzar a la compañía tecnológica a ofrecerles a los padres métodos más sólidos para controlar el tiempo que tus hijos pasan frente a una pantalla.
Apple respondió con una declaración escrita que ya tiene controles parentales integrados en los sistemas operativos de iPhone. Además, la compañía indicó que está trabajando en características de control parental más sólidas para el futuro. “Efectivamente, un padre puede bloquear o restringir cualquier cosa que un niño pueda descargar o a la que pueda acceder en línea”, indica parte de la declaración.
Además, aunque se desconocen los efectos a largo plazo de jugar en exceso, la investigación sugiere que pasar tiempo frente a una pantalla de noche puede afectar negativamente la calidad y cantidad del sueño. Un análisis publicado en 2016 en la revista médica Pediatrics indica que el uso temprano de los medios de comunicación durante los primeros años de vida puede contribuir a un control de impulsos más deficiente y a inflexibilidad mental y que los hogares donde las pantallas se usan con más frecuencia tienden a comunicarse menos y a funcionar peor que otros hogares.
Dejando de lado los diagnósticos, lo que muchos padres probablemente deseen saber es cuánto uso de dispositivos digitales (teléfonos inteligentes, tabletas, consolas o computadoras) es insalubre y qué pueden hacer para controlar mejor y limitar el tiempo de juego de sus hijos.
Consumer Reports habló con expertos y analizó la investigación más reciente para ayudar a los padres a saber qué es normal, qué es problemático y cómo manejar el uso de medios y dispositivos electrónicos en los niños. Esta es la información.
¿Cómo puedes saber si tu hijo tiene un problema?
Algunas señales de advertencia clave incluyen: tener malas calificaciones, desvelarse, y pasar menos tiempo socializando con amigos. Los adolescentes, algunas veces, pueden expresar que desearían jugar menos, pero que sienten que no pueden parar, dice Christopher Ferguson, Ph.D., profesor de psicología de Stetson University en Florida.
Si notas una o más de estas señales de advertencia, comunícaselo a tu pediatra para que pueda ayudarte a descubrir si tu hijo necesita estudios adicionales de un profesional en salud mental, dice el experto.
Es posible que tu hijo esté experimentando angustia emocional debido a una afec- ción no reconocida y los expertos como Ferguson creen que podría ser más preciso pensar en jugar en exceso como un síntoma de otra afección.
Le preocupa que tratar a alguien específicamente por una adicción a los videojuegos podría hacer que no se aborde un problema como la depresión o ansiedad.
Michael Rich, M.D., director del Centro de medios de comunicación y la salud del niño de Boston Children’s Hospital, que trabaja con niños que juegan videojuegos o utilizan Internet en exceso, cree que las tecnologías más recientes han generado nuevas manifestaciones de afecciones establecidas.
“Todavía no hemos visto pacientes que no posean un trastorno psiquiátrico conocido subyacente”, concluye Michael Rich.