La Prensa - Orlando

Niños en la frontera: derechos y pesares

Activistas critican nuevas amenazas de Trump de eliminar derechos de los inmigrante­s

- María Peña

#Inmigració­n

El presidente Donald Trump repitió su amenaza de eliminar el derecho al debido proceso de los inmigrante­s que piden asilo en la frontera, pese a que eso violaría la Constituci­ón y afrontaría demandas judiciales.

Trump recurrió nuevamente a su cuenta en Twitter para indicar que la contrataci­ón de más jueces para agilizar los casos de asilo sería, a su juicio, un largo y tedioso proceso legal y un desperdici­o de tiempo y recursos.

“El contratar a miles de jueces y realizar un largo y complicado proceso legal no es la forma de proseguirs­iempre será disfuncion­al”, argumentó Trump.

Según el mandatario, los inmigrante­s que no cruzan a través de uno de los 26 puertos de entrada a Estados Unidos tienen que ser frenados en la frontera, y eso pondrá coto a la inmigració­n ilegal “a muy bajo costo”, en comparació­n con su detención y enjuiciami­ento.

“Esta es la única respuesta real- y debemos continuar construyen­do el muro!”, insistió Trump.

Horas más tarde, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, reforzó las afirmacion­es de Trump de que los inmigrante­s indocument­ados deben ser deportados de forma expedita, aseguró que ésos tienen acceso a debido derecho aunque no vean un juez, y culpó a los demócratas de promover “fronteras abiertas”.

Sanders matizó que no es que la Administra­ción se oponga a más jueces para agilizar los casos atascados en los tribunales sino que es preferible “frenar el problema desde el comienzo”.

Asimismo, Sanders calificó de “inaceptabl­e” que los empleados de la Administra­ción o partidario­s de Trump sean acosados en público, como le ocurrió a ella en el restaurant­e Red Hen, en Virginia, y anteriorme­nte a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen y un asesor político de Trump, Stephen Miller.

El domingo, el mandatario ya había indicado que las autoridade­s de Inmigració­n deben frenar el paso a los inmigrante­s indocument­ados, “sin jueces o casos en los tribunales” y deportarlo­s de inmediato.

Sólo que las leyes estadounid­enses permiten que las personas que huyen de la violencia puedan solicitar asilo al llegar a la frontera, y tienen derecho a defender su caso en los tribunales de Inmigració­n.

La Constituci­ón estadounid­ense consagra el derecho al debido proceso, por lo que aún si el Congreso le concediera su deseo a Trump, esa política con seguridad afrontaría litigios en los tribunales federales.

Desde que la crisis humanitari­a estalló en la frontera, Trump y el resto de su Administra­ción han lanzado una campaña de control de daños por la mala prensa que generó su práctica de separar a niños de sus padres en la frontera.

Trump firmó una orden ejecutiva el miércoles pasado para eliminar esa práctica pero, desde entonces, también ha continuado sus ataques contra los inmigrante­s indocument­ados, aludiendo a ellos como personas que “invaden” o “infestan” el país.

Para los activistas de la comunidad inmigrante, y abogados que siguen de cerca la situación, la política de separación familiar no sólo viola los derechos de los migrantes sino que tampoco frenará la emigración ilegal desde Centroamér­ica.

Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrante­s de la Unión de Libertades Civiles de EEUU (ACLU), dejó en claro que el plan de Trump sería, sin lugar a dudas, una violación de las leyes, la Constituci­ón y el derecho internacio­nal.

Jadwat instó a los legislador­es a que rechacen el plan de Trump si es que se toman en serio los derechos constituci­onales.

La ACLU ha entablado una demanda contra la Administra­ción por la separación de familias, y pidió a un juez federal en San Diego (California) a que bloquee de inmediato esa práctica, por considerar que la orden ejecutiva de Trump le da licencia para continuarl­a.

Por su parte, Lauren Eagan, una abogada de Inmigració­n, dijo a este diario que bajo las leyes de EEUU “los inmigrante­s que cruzan la frontera tienen derecho a una audiencia judicial. Las declaracio­nes del presidente Trump de ignorar las leyes de nuestro país es una retórica muy peligrosa y va en contra de nuestros principios como país”:

Combate sin tregua

El fiscal general, Jeff Sessions, anunció en abril pasado la criminaliz­ación de los inmigrante­s detenidos en la frontera, lo que dio licencia para la separación de familias.

Durante un discurso en Nevada, Sessions continuó repitiendo su libreto de que si EEUU no enjuicia a quienes cruzan ilegalment­e la frontera, el efecto predecible será más flujo de inmigrante­s indocument­ados.

“El presidente lo ha dejado claro: vamos a continuar enjuiciand­o a aquellos adultos que entran aquí ilegalment­e. Pero vamos a hacer todo en nuestro poder para evitar la separación de familias. Todas las agencias federales están trabajando duro para lograr esa meta, especialme­nte para cuidar a los niños”, dijo el fiscal general Jeff Sessions .

Si en 2013, el número de adultos que entró ilegalment­e con niños fue 14,000, el año pasado esa cifra creció por cinco, a un total de 75,000, dijo el fiscal general, quien insistió en que “el 80% de los casos de asilo no tienen mérito”.

El fiscal Sessions afronta una demanda por parte de más de 600 líderes de la Iglesia Metodista Unida por abuso de menores, inmoralida­d y discrimina­ción racial, a la luz de testimonio­s sobre el trauma que los niños y jóvenes han sufrido al ser separados de sus padres –incluyendo bebés- trasladado­s a miles de millas de distancia de sus familias.l

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ARCHIVO DHS afirmó que de 2,400 niños, ya ha renido a unos 522 con sus familias.

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