Tocar 100,000 puertas para movilizar el voto
Un ejército de voluntarios asume un compromiso cívico en Florida de cara a las elecciones de noviembre
Como en muchas partes del país, aquí hay pequeños ejércitos de personas que recorren vecindarios y tocan de puerta en puerta para asegurarse de que los votantes registrados salgan a votar el 6 de noviembre. Más que una tarea típica pre-electoral, se ha convertido en un compromiso cívico y en una misión histórica, precisamente en este momento político que vive Estados Unidos.
En la Florida Central este pasado sábado 8 de septiembre la campaña Respeta Mi Gente inició la tarea que se ha impuesto de tocar 100,000 puertas en vecindarios de cinco condados de esta parte del estado.
Los canvassers son de diversas edades; hay veteranos de elecciones previas y novatos para quienes la elección intermedia de 2018 será su primera experiencia de trabajo cívico. Dos generaciones complementarias que confluyen en una de las etapas electorales que definirán en todo sentido el próximo rumbo del país. Estar conscientes de eso impulsa aún más a sus participantes.
De hecho, si en algo coinciden los veteranos de elecciones previas es que ahora en 2018 hay más entusiasmo entre los votantes que en 2016, pues si bien la meta es alta, así de elevado es el panorama electoral que se avecina. Y eso lo saben.
La puertorriqueña Dalmaris Ortiz, por ejemplo, tocó puertas en 2016 y recuerda que el entusiasmo era poco.
“He tocado puertas que toqué en 2016 donde no había entusiasmo y ahora en 2018 la misma persona sale y te dice, ‘Sí, este año voy a votar. Nos dicen que ‘a los latinos no nos quieren y ahora quiero salir a votar porque mi voto cuenta y yo soy latino’”, dice Ortiz.
Paso a paso
Acompañamos a tres jóvenes canvassers por un vecindario de Hunters Creek de densa población puertorriqueña. Con su recorrido y su entusiasmo, se percibió que de esas 100,000 puertas que estos tres jóvenes ayuden a tocar estará emergiendo quizá el cúmulo de asuntos pendientes con la comunidad latina, traducidos en el trato del poder hacia ciertos grupos de habitantes y en la animadversión evidente hacia el que luce ‘distinto’, como sello distintivo de una época sin precedentes.