SÁLGASE DE LA CÁRCEL

Difícil de entender, pero muchos de nosotros siendo libres estamos en la cárcel. Hablo en términos espirituales: Jesucristo vino a morir por todos nosotros y nos hizo libres cuando estábamos en la muerte espiritual, esclavos del pecado, no teníamos esperanza, íbamos sin rumbo. Pero Él vino a darnos un nuevo estilo de vida, vino a predicar las buenas nuevas a los abatidos y tristes, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad y dar a los presos apertura de la cárcel.

Sí, Cristo nos abrió la puerta de nuestra propia cárcel pero muchos de nosotros queremos quedarnos adentro, estamos presos del odio, del rencor, del vicio, del orgullo, del temor, presos de los dichos de nuestros labios. Nosotros mismos nos derrotamos y decimos que no servimos para nada y que todo lo que hacemos nos sale mal, nos vemos derrotados, estamos presos de la depresión y no hacemos nada por salir de esta cárcel. Es triste pero es la verdad, son trampas de Satanás para que nosotros no podamos disfrutar de nuestra libertad y ver la gloria de Dios en nuestras vidas.

Recuerdo la historia del apóstol Pablo y Silas: fueron metidos a la cárcel y su único delito fue predicar el evangelio, pero ellos en lugar de tener odio, rencor, sed de venganza, empezaron a alabar a Dios y hubo un gran terremoto en la prisión y las cadenas se rompieron.

Usted hoy puede hacer lo mismo, empiece a alabar y glorificar a Dios, rompa esas cadenas que lo tienen atado, renueve sus pensamientos, cambie su manera de hablar, sea libre. Jesucristo ya le abrió la puerta de su propia celda, no se quede dentro de ella. Apartémonos del pecado que nos persigue, sigamos adelante. Hay un futuro mejor con Jesucristo, acéptelo como su Salvador. Dios los bendiga, se me portan bien y buen genio.