COMIENDO EN LAS FIESTAS
Ayer enviaron una caricatura de un pavito diciendo “Recuerden arreglar la pesa para que marque 10 libras menos”. De acuerdo a las estadísticas, el norteamericano promedio aumenta de 7 a 10 libras entre el Día de Acción de Gracias y el Año Nuevo. Claro que nosotros tenemos Reyes y si somos puertorriqueños, las Octavitas para seguir comiendo y bebiendo.
Es común que digamos: “¿Por qué me serví y comí tanto?”, “¡Ay, no me puedo mover, de lleno(a) que estoy!”, “Tan pronto acaben las fiestas me pongo a dieta”.
Lo cierto es que muchos estamos obsesionados con la comida. Las tazas de bulimia, anorexia y obesidad son altísimas en la sociedad norteamericana. Además tanto adultos como niños pasamos la vida sentados ya sea en la escuela, el trabajo o el hogar sin hacer ejercicios.
También es cierto que muchos comemos porque estamos estresados y las fiestas definitivamente causan estrés. Los americanos se refieren a comidas ricas en dulce o carbohidratos como “comidas de confort”.
Algunas sugerencias para evitar excesos durante las fiestas son:
No deje de hacer ejercicio. No olvide que bailar es un gran ejercicio.
Revise como cocina y planifique para que haya ensaladas, frutas, carnes asadas y postres que tengan menos calorías.
Coma regularmente para que no se “llene con los ojos” porque no comió en todo el día.
Sírvase porciones más pequeñas y si todavía tiene hambre puede servirse un poco más.
Límite los dulces (el reto más grande para mí)
Modere el consumo de bebidas alcohólicas. Recuerde que el alcohol contiene muchas calorías. Tampoco olvide que si bebe y maneja lo (la) arrestarán.
Sea asertivo(a). No se sienta que tiene que comer todo lo que le ofrezcan.
¡Les deseo unas fiestas llenas de bendiciones y menos calorías!l