EL PADRE NUESTRO

Aveces no entiendo a las personas, todos me dicen que creen en el poder de la oración y les pregunto cuánto tiempo dedican a orar y siempre me contestan que no mucho porque no tienen tiempo.

No tenemos tiempo para algo tan importante como es orar y muchas veces creemos que por nuestra repetición de algunas frases que hemos aprendido y memorizado estamos orando. No se sienta mal si a usted le pasa lo mismo, los mismos discípulos le pidieron a Jesucristo que les enseñara a orar.

Les enseñó que dijeran pero de corazón:

“Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”, es cuando nosotros glorificamos y alabamos a nuestro Dios y le damos solamente la gloria a Él que nos dio la vida y vino a morir por nosotros.

“Venga tu reino”: cuando vivimos en su reino y no en el reino de las tinieblas que es pecado, vivimos en sus bendiciones y en sus promesas que el mismo nos ofrece, nos da su nombre, poder y somos templos del Espíritu Santo.

“Hágase tu voluntad”: nos dijo Él mismo “por qué me llaman Señor y no hacen mi voluntad”, recordemos que Jesucristo fue nuestro ejemplo cuando oraba “No se haga mi voluntad sino la tuya”.

“El pan nuestro de cada día dánoslo hoy”. Él sabe de nuestras necesidades y nos dice que miremos las aves que Él las alimenta y nosotros valemos mucho más que ellas. Él dijo “yo soy el Pan de vida”.

“Perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a los demás”, así tenemos que hacer perdonar 70 veces.

“No nos dejes caer en tentación”, recordemos que somos tentados por nuestros propios deseos.

“Líbranos del mal”: siempre va a tener cuidado de nosotros.

Bendiciones, se me portan bien y buen genio.

Enrique Sánchez: «Los mismos discípulos le pidieron a Jesucristo que les enseñara a orar...»