MI MISIÓN DE AÑO NUEVO
Esta semana empiezo con decirles que me siento sumamente orgullosa por haber visto cómo varios hispanos han tomado juramentaciones para servir a la comunidad. Personas que pueden hacer la diferencia y espero ver cambios porque son muy inteligentes y merecedoras de nuestro apoyo. Al ser hispanos los van a velar más. Por favor no les hagamos la vida difícil o les demos motivos a los no hispanos a mirar a nuestros nuevos funcionarios mal por ser hispanos y las cosas que hacemos en la comunidad. No olvidemos nuestros valores. No permitamos que otros hagan cosas que puedan abochornar a los que sí están trabajando arduamente en la comunidad.
Con el nuevo año comienzo mi misión, con el favor de Dios, de ser más visible para traer la ley de “manos libres” en las carreteras. Desde el accidente de mi hijo he perdido siete personas que manejaban sus motoras bien y negligencia ajena les privó la vida. De esos siete que fallecieron cinco eran padres de familia. No solamente mataron a los padres, dejaron viudas y huérfanos y por eso les digo que los accidentes no son solamente contra los conductores.
Llegaron las navidades y me da coraje ver que aún sigo viendo los celulares en las manos. Todos los días estoy oyendo de amistades envueltas en choques por culpa ajena y los malditos teléfonos. Detenidos en un semáforo, ¿por Dios, qué es eso? Mi hijo adoptivo iba con el nene de dos añitos en el carro, detenido y le dieron. Gracias a Dios ninguno de los dos sufrió daños pero las consecuencias pudieron ser distintas. Mi gente… ¡suelten el teléfono al conducir! Voy a pedir que impongan una multa de $1,000 para que suelten los teléfonos mientras estén manejando. Mi vida y las de otras personas son importantes y queremos llegar bien a nuestros destinos.l