EFECTOS DEL ABUSO EN NIÑOS
Un niño que está siendo abusado por sus padres no deja de amarlos, deja de amarse a sí mismo”. Shahida Arabi
Los padres somos los primeros maestros de nuestros hijos. Disciplina no es sinónimo de castigo sino de enseñanza. Es nuestro trabajo enseñarles y guiarlos por las diferentes etapas de desarrollo y ritos de pasaje con “firmeza amorosa”.
Tristemente, hay adultos que mancillan su inocencia con abuso emocional o psicológico (palabras abusivas, críticas continuas, burlas y humillaciones), negligencia o abandono y, por supuesto, abuso físico o sexual.
Los efectos del abuso incluyen:
Consecuencias físicas. Inmediatas: moretones, cortaduras, huesos rotos, hemorragias y muerte. A largo plazo: estudios indican que adultos que sufrieron abuso siendo niños tienen gran probabilidad de padecer de artritis, asma, bronquitis, presión alta o úlceras.
Consecuencias psicológicas. Inmediatas: aislamiento, miedo y desconfianza. A largo plazo: baja autoestima, dificultades cognitivas y estableciendo relaciones interpersonales, depresión, ansiedad, desórdenes alimenticios y muchos intentan o completan suicidio. Muchos padecen del Síndrome Postraumático parecido a los soldados que regresan de la guerra.
Consecuencias en el comportamiento: Altas probabilidades de delincuencia juvenil, arrestos por actos violentos tanto en la adolescencia como en la adultez; abuso de alcohol o drogas; comportamientos abusivos hacia sus parejas o hijos.
Consecuencias sociales: Todos somos impactados por los costos directos e indirectos del abuso, ya sea por el costo de los programas de beneficencia o de justicia juvenil o por la criminalidad cometida contra nosotros o nuestra propiedad. Los niños son nuestro tesoro más preciado y el futuro de nuestra sociedad. Es responsabilidad de todos protegerlos y guiarlos para que tengan una vida llena de experiencias positivas que los ayuden a convertirse en adultos saludables. ¡Hagamos todo lo posible por romper el ciclo de violencia!l