EL PODER DE DIOS EN NOSOTROS
Una de las grandes promesas que el Señor nuestro Dios nos ha dado es que nos daría su poder una vez lo recibiéramos como nuestro Salvador y cuando recibiéramos el Espíritu Santo. Así lo dijo: “Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”.
Muchas veces no entendemos esta gran bendición y no la utilizamos sea por ignorancia o falta de conocimiento. La mayoría de las personas me preguntan cómo activamos este gran poder dentro de nosotros y la mejor respuesta es cuando reconocemos nuestras debilidades delante de Dios, aceptamos que sin Él nada podemos lograr y que dependemos totalmente de Dios. Entonces le permitimos a Dios que haga lo que nosotros no podemos hacer.
Traigo a la memoria al apóstol Pablo. Recordemos que antes de que él recibiera a Jesucristo como su Salvador, persiguió a la iglesia, matando cristianos y metiéndolos en las cárceles. Pero todo esto cambió cuando él tuvo un encuentro personal con Jesucristo y fue lleno de su poder y el Señor lo utilizó grandemente. Por la mano de este hombre el Señor hizo grande milagros, sanó muchos enfermos, resucitó a muchas personas. Pero tuvo una enfermedad, un aguijón, que nunca pudo vencer y le pidió a Dios que se lo quitara. Pero el Señor le contestó: “Bástate mi gracia porque mi poder se manifiesta en la debilidad”, para lo cual Pablo respondió: “me gloriaré en mis debilidades para que tu poder se manifieste en mí”.
Este su servidor he tenido que bajar mi cabeza ante Dios y reconocer que si no es por Él nada puedo hacer, muchas veces he querido hacer las cosas por mis propios medio y he fracasado. El poder de Dios está en nosotros y se manifiesta a través de nuestra debilidad. Se me portan bien y buen genio.l