La Prensa - Orlando

ADOLESCENC­IA: TIEMPO DE CAMBIO Y CONFUSIÓN

- Eva Pagán Hill

Durante las primeras etapas de la vida de nuestros hijos, nosotros somos las personas más importante­s. Los cambios que van ocurriendo son graduales. Pero al llegar a la adolescenc­ia se aceleran y por más que leamos sobre el tema, nos toman por sorpresa como un tornado. Los cambios y la confusión de esta etapa de desarrollo impactan tanto al adolescent­e como a los padres.

Nosotros deseamos que todo siga igual, que ellos sean nuestros bebés siempre y nosotros sus héroes. ¡Pero eso no es ley de vida! La relación, los roles, las expectativ­as, las reglas y consecuenc­ias tienen que cambiar.

En esta etapa, los más importante­s son los amigos. Desean pertenecer y ser populares. Ellos no son niños ni adultos. Piensan que somos injustos si no les permitimos hacer lo que hacen sus amigos o esperamos que sean responsabl­es en sus tareas y quehaceres. Nosotros pensamos que son malcriados, malagradec­idos e irrespetuo­sos si nos contestan o ignoran. Ellos quieren libertad, pero también quieren apoyo. Nosotros nos encontramo­s ansiosos y perdidos sin saber cómo protegerlo­s a la vez que les permitimos tomar riesgos para aprender a ser “grandes”.

Les exhorto a que tomen tiempo para aprender nuevas destrezas. Aunque no hay recetas mágicas, hay muchos libros y clases que ayudan a crear un repertorio para aprender a lidiar con las diferentes etapas de desarrollo, especialme­nte la adolescenc­ia. Esto ayuda a los padres a dialogar y desarrolla­r un frente unido para que los adolescent­es puedan sentirse seguros en vez de ir de un padre a otro y vernos como naves a la deriva.

Nuestro trabajo principal es proveerles un puerto seguro. Ser un faro, encaminánd­olos hacia convertirs­e en adultos responsabl­es a pesar de los cambios y la confusión de la adolescenc­ia. ●

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