Quiere regalarle a una madre un cambio de imagen
María Rosa Jaime del Pozo, psicóloga de profesión y peluquera por convicción, ha sentido mucha admiración por las madres que trabajan para sacar adelante a sus familias y casi nunca tienen tiempo ni dinero para pensar en ellas mismas y hacerse un arreglito personal de vez en cuando. Por eso ella regala un cambio de imagen a una madre de bajos recursos. Para conseguirlo, las interesadas tienen que escribir su historia y compartirla en un mensaje.
“Por eso estoy ofreciendo para el Día de las Madres [10 de mayo] un cambio de imagen que no solamente va a llevar el arreglo del cabello, sino que va a llevar un maquillaje y un cambio de look en lo que es la vestimenta”, dijo
empresaria y explicó que la ganadora se va a dar a conocer el 12 de abril para tener tiempo de hacer el arreglo del vestuario. Para ganar se tiene que enviar un mensaje explicando por qué merece ganarse este arreglo.
“Así que envíenme esos mensajes al 321-287-9923, aquí al salón María Rosa Jaime Dominicanas. Le vamos a hacer ese obsequio a una madre que se lo merece. Así que estoy a la espera”, dijo la empresaria.
Además de contribuir con la comunidad, Jaime del Pozo también lo hace por una experiencia personal. Cuando sus niños estaban pequeños y ya como microempresaria trabajaba por la mañana y por las noches asistía a estudiar a la facultad de derecho. Entonces nunca tenía dinero para gastarlo en ella misma.
Su gran deseo era arreglarse en un salón muy prestigioso y caro que se llamaba Hermanos Dueñas. Un Día de las Madres guardó un dinero para darse ese gusto, pero justo esa semana se enfermó uno de sus hijos y nunca pudo ir a ese salón.
“Hoy puedo costearme ir a cualquier salón, pero cuántas madres están en esa misma situación que yo estuve. El dinero lo tienen para las cosas de la familia y sienten incluso culpa cuando gastan para ellas mismas”, afirmó la empresaria.
La exitosa empresaria nació en Bayona, un municipio muy pobre de República Dominicana, pero sus padres siempre le inculcaron el valor del trabajo. Ha tenido momentos amargos como cuando su hermano murió de manera trágica cuando lo asaltaron en el taxi que trabajaba.
“La gente de mi pueblo inventó que lo habían matado por un ajuste de cuentas por una hermana que era yo. Por el hecho de haber progresado en Estados Unidos me ligaron con un ajuste de cuentas que se le cobraron a él, cosa que es totalmente falsa porque yo he progresado porque he trabajado muy fuerte. De allí me nace la necesidad de escribir el libro ‘Nadie es profeche, ta en su tierra’ donde relato la historia de mi familia y la mía”, recordó la dominicana.
Ella pertenece a la Asociación de Mujeres Hispanas Profesionales y de Negocios (HAPBWA) y cree mucho en ese tipo de organizaciones porque una en Republica Dominicana le ayudó a conseguir el préstamo para comprar una motocicleta y poder ira a las casas de los ricos a hacer peinados y cortes. Gracias a que conoció a Carmen Verula que pertenecía a una asociación de mujeres, tuvo su primer trabajo de peluquera en un sector adinerado. Allí conoció a muchas personas y fue cuando comenzó su espíritu empresarial al dar los servicios a domicilio.
“Es importante porque cuando te asocias tienes capacitación y es una referencia, porque tienes mentoras que te ayudan a conseguir el éxito”, dijo la dominicana quien prosiguió estudios en Orlando y aunque había estudiado dos años de derecho en su país, no pudo seguir aquí porque el derecho en República Dominicana tiene origen francés y el de EEUU anglosajón, entonces tenía que empezar de cero. Fue cuando decidió estudiar psicología porque le gusta saber de la conducta humana.
“Las clientas se desahogan conmigo y hasta siento que estoy ejerciendo la psicología”, comentó durante la entrevista realizada en su estética en el sur de Orlando.l