ALTO AL ABUSO DE NIÑOS
El nuevo reporte sobre el masivo abuso sexual de niños por parte de sacerdotes católicos muestra que en Pensilvania ocurrió el mismo horror que en otros estados y países. La traición de depredadores infantiles a quieQHV VH GHSRVLWy FRQÀDQ]D \ autoridad moral.
Un gran jurado relató una larga historia de décadas de perversidad y crueldad cometidas por más de 300 religiosos contra más de 1,000 menores. El documento es un relato de horror. Los sacerdotes violaban a niños y niñas y los hombres de Dios que eran responsables de ellos lo escondieron todo, indica el escrito.
El procedimiento descrito es harto conocido. Un sacerdote acusado de abusar de un menor de edad es trasladado silenciosamente por el obispo a otra parroquia o diócesis en donde vuelve a repetir el delito y así sucesivamente.
La acción individual de un depredador infantil es repugnante y criminal. La protección de ese delito, primero escondiéndolo y luego enviando al responsable a otra iglesia en donde puede repetir su acto, es LQMXVWLÀFDEOH \ RIHQVLYD.
La Iglesia Católica como institución fue culpable de esa grave omisión. De poner por delante su propio interés por sobre el de su feligresía. De sus religiosos por arriba de los niños. De tolerar el mal HQ YH] GH WRPDU PHGLGDV SDUD que no se repitiera.
El Papa Francisco llegó al Vaticano con una promesa de cambio en esa terrible lacra que pesa sobre la Iglesia. El 3RQWtÀFH UHFRQRFLy HO GRPLQgo pasado que la Iglesia no protegió a esos niños y que todavía hay una demora en instrumentar acciones y sanciones que son necesarias en estos casos.
La frustración con la lentiWXG GH OD ,JOHVLD VH UHÁHMy HQ la renuncia el año pasado de dos integrantes, víctimas de abuso sexual, de una comisión papal creada para hacer recomendaciones sobre el papel de la Iglesia en la protección de los menores.
De todas maneras, hoy es OD SULPHUD YH] TXH KD\ RELVpos que enfrentan la posibilidad de cárcel por encubrir HO DEXVR VH[XDO (O DU]RELVpo Philip Wilson en Australia fue condenado a prisión, el cardenal Philippe Barbarin enfrenta un juicio, entre otros. En Chile se allanaron ODV RÀFLQDV GHO aU]RELVSDGR \ HO FDUGHQDO 5LFDUGR (]]DWL IXH OODPDGD D WHVWLÀFDU SRU la causa de encubrimiento.
La Iglesia Católica ya no tiene la actitud de décadas atrás, pero le falta todavía mucho por recorrer para saldar su deuda. A las autoridades civiles les toca actuar.
En Pensilvania se vió que el daño causado a niños hace tiempo hoy lo llevan adultos de 60, 70 y hasta 80 años de edad. Por eso no debe haber estatuto que limite el alcance la ley ante estos delitos, como ocurrió ahora.
El gran jurado dijo “queremos que los futuros depredadores de niños siempre deban mirar sobre el hombro mientras estén vivos”. Que así sea.O