ESTADO DE DESUNIÓN
De acuerdo con el presidente Donald Trump existen serias amenazas a la “grandeza” nacional.
En su reciente mensaje sobre el estado de la Unión Trump mencionó, entre otras amenazas, al cáncer, las investigaciones en su contra, el socialismo, el sida y los peligros de la frontera sur. Todos ellos entraron en la misma bolsa.
Normalmente el discurso anual ante el Congreso suele ser una oportunidad para llamar a la unidad nacional y enumerar proyectos que logren ese objetivo en el corto plazo. La Casa Blanca había dicho en un adelanto de las palabras del mandatario que así sería también esta vez. Pero Trump es Trump.
La puesta en escena fue brillante, con héroes de guerra, sobrevivientes del Holocausto y el terrorismo, una niña que venció el cáncer cerebral y víctimas de un asesino indocumentado, entre otros. Cuando las palabras no conmovían, la presencia de estas personas se encargaba de hacerlo.
El discurso fue divisivo y DJUHVLYR 0XFKDV GH VXV Dàumaciones fueron claramente falsas. Trump aprovechó el discurso del estado de la Unión para lanzar un mensaje de campaña electoral y no a la nación. Trump mezcló la realidad con su fantasía.
Trump repitió su fantasía sobre lo que considera sus logros económicos. Esta es una ilusión que se alimenta en Wall Street, pero no en la vida cotidiana, en la vida del estadounidense medio. Y no habló de la deuda nacional, que crece por su reciente recorte de impuestos ni de la inmensa desigualdad económica.
Para comprender su discurso hay que entender que lo más importante para Trump hoy es su reelección en 2020. Y que basa sus aspiraciones en la invención de una crisis mayúscula en la frontera con México. Dijo que la inmigración indocumentada es culpable de “menos empleos, escuelas y hospitales abrumados, mayor crimen y una red de seguridad social agotada” y sus partidarios le aplaudieron con entusiasmo.
Las cifras usadas son las mismas. Una y otra vez se le cuestiona su veracidad, origen e interpretación. Él no se inmuta. Ignora que el cruce de indocumentados es menor que antes y que los inmigrantes cometen menos delitos que los nativos.
Y es irreal su ataque contra el “socialismo” que amenaza al país, como si el chavismo venezolano fuera a imponerse aquí. Este mensaje falaz ya se usa en ciertos grupos para denigrar ideas progresistas dePYFUDWDV TXH VRQ DÀQHV D XQD socialdemocracia europea.
Pero el temor a decir tonterías no existe para el Presidente. Por eso, según él, las investigaciones alrededor de su campaña y gestión ponen en peligro la economía.
Sí, hay que ganarle al cáncer y erradicar el virus del sida. También hay que dar estabilidad laboral, una cobertura médica universal y un sistema impositivo que permita hacer inversiones en infraestructura humana. Pero para ello se necesita una administración más realista y menos divisiva que la actual.o