Sanar el trauma con el arte
el entorno habitual.
Hoy, a sus 28 años, Bonilla deslumbra con espectacular aptitud en los deportes que practica y en su entusiasmo por desempeñarse en todas las actividades disponibles para personas con discapacidades.
“Es muy alentador haber logrado superar el trauma y la depresión después de sufrir ese dolor y poder salir del otro lado”, concluyó Bonilla.
Este verano jóvenes víctimas de violencia con armas de fuego que participan en el programa Project FIRE, que en inglés alude a ‘iniciativa intrépida para la recuperación y el empoderamiento’, viajarán a Murano, Italia, para un intercambio cultural con otros jóvenes profesionales y maestros en el arte del vidrio soplado.
“Nunca imaginé que llegaría a visitar Italia”, exclamó Jakwon Cross, de 18 años, quien por un año ha estudiado con uno de los instructores de soplado de vidrio de Project FIRE, N’Kosi Barber.
Project FIRE es una iniciativa que brinda apoyo y recuperación de trauma a jóvenes heridos por la violencia armada en Chicago. Desde un almacén convertido en un estudio de arte, ubicado en 2651 W. Lake, en la comunidad de East Garfield Park, los jóvenes participantes de Project FIRE, de entre 13 y 24 años, aprenden a enfrentar sus miedos mientras crean arte impresionante con la disciplina del vidrio soplado. Al hacerlo logran desarrollar habilidades y hábitos productivos que elevan el bienestar del individuo.
La iniciativa arrancó en 2015 y forma parte de la organización Firebird Community Arts, que cuenta con el apoyo de la organización Healing Hurt People-Chicago, un programa de intervención contra la violencia.
Perla Dick, directora ejecutiva y sopladora de vidrio, y el psicólogo clínico Bradley Stolbach fundaron esta organización sin fines de lucro que empodera y conecta a personas impactadas por la violencia a través de la práctica curativa del vidrio soplado y la cerámica.
Project FIRE trabaja con 25 jóvenes por sesión, en periodos de primavera, verano y otoño. Cada individuo asiste entre 4 y 8 horas por semana. Cada sesión comienza con tres horas de soplado de vidrio, seguidas de una hora de grupos de apoyo sobre trauma encabezados por jóvenes y sus instructores. Recientemente se organizó un grupo compuesto solamente por mujeres, algunas de ellas en estado de embarazo.
El programa busca aliviar el trauma individual y estructural que impacta a jóvenes, veteranos, personas previamente encarceladas, personas indocumentadas e inmigrantes y estudiantes de las Escuelas Públicas de Chicago que residen en el sur y suroeste de la ciudad.