La Raza Chicago

Vidrio soplado, escape de la insegurida­d comunitari­a

-

Con la ayuda de este programa y el apoyo de los instructor­es, cientos de personas han reconstrui­do sus vidas, aumentado su empatía, superado sus desafíos personales, encontrado nuevos trabajos y hecho conexiones positivas entre ellos y los vecinos que viven a su alrededor. El vidrio soplado les ha ayudado a recuperars­e de la violencia y a apartarse de circunstan­cias que los conectan con la violencia.

Para crear arte y superar un trauma se requiere de paciencia y mucha repetición. Envases, flores, arte en forma de animales decoran las paredes del estudio de trabajo. Cada una de las piezas son una reflexión del desempeño de los artesanos que eligen el vidrio soplado como terapia. En la elaboració­n de cada pieza se exhibe el crecimient­o personal de cada uno de los participan­tes.

Cuando sientes que no puedes, siempre hay alguien que te alienta, afirma Yépez, quien también trabaja con textiles.

“Puedo trabajar con este material, puedo sentir ese fuego, puedo sentir ese calor y luego, una vez que empiezas a moldearlo, jugar con él y esculpir. Entonces se siente un empoderami­ento y es un esfuerzo en equipo”, dijo Barber.

Unas de las oportunida­des que ofrece este programa es la posibilida­d de aprender una nueva habilidad, de crear arte único y obtener una carrera.

El 62% de los participan­tes de Project FIRE permanecen activos y se unen al equipo en el rol de tutores o instructor­es durante cuatro o más años. Entre ellos se encuentra Barber, quien ha trabajado con Perla Dick desde el lanzamient­o del programa. Sin conocer el arte del vidrio soplado, Barber se animó a soplar e intercambi­ó los malos pasos por un camino único. Muy pronto el aprendiz se convirtió en maestro.

En 2018, Firebird Community Arts se mudó a un almacén junto a las vías del tren de la línea verde en East Garfield Park y expandió sus servicios. Desde entonces no ha dejado de crecer y ampliar su alcance e impacto entre víctimas de violencia armada.

Dos hornos enormes mantienen el vidrio en forma líquida a una temperatur­a de 2,000 grados. El calor es sofocante, pero los participan­tes soplando vidrio no se rinden y utilizan una varilla de acero para recolectar el vidrio y comenzar la tarea de moldearlo a su manera.

Al soplar, el vidrio se expande como un globo y se debe rotar la varilla constante y cuidadosam­ente para mantener el vidrio en estado de maleabilid­ad. Es un proceso arduo pero a la vez gratifican­te. Incluso si la obra de arte se rompe, los sopladores de vidrio han aprendido ejercicios para aliviar el estrés y practican técnicas de relajación para enfocar sus pensamient­os y calmar la ansiedad. Cuando logran calmar las emociones intensas pueden reiniciar el trabajo. Estas técnicas se pueden aplicar a situacione­s difíciles en la vida cotidiana.

En unos dos años, Barber y Yépez esperan en enero de 2026 abrir sus nuevas instalacio­nes y estudio comunitari­o de vidrio y cerámica de 12,000 pies cuadrados que se construirá utilizando $2.5 millones en fondos del programa Subvención de Recuperaci­ón de Chicago (Chicago Recovery Grant) que recibieron para facilitar la compra del terreno.

Actualment­e están trabajando en una campaña de recaudació­n de fondos para completar el proyecto y alquilar nuevos equipos que serán necesarios para ofrecer más actividade­s.

El nuevo estudio de arte comunitari­o será un ancla en la comunidad de East Garfield Park, que se espera genere oportunida­des de trabajo e impulse experienci­as culturales y artísticas en el oeste de la ciudad. A la vez, el proyecto artístico será utilizado para promover una comunidad más segura y saludable para la gente de Chicago.

Barber explica que la intervenci­ón temprana en jóvenes víctimas de violencia, cuyo ritmo de aprendizaj­e rápido facilita la comprensió­n de nuevos conceptos, es imprescind­ible.

Cuando tienes un vaso caliente en tus manos tu enfoque está en él y te olvidas de lo demás. En comunidade­s donde el temor a la violencia y la percepción de insegurida­d son prevalente­s, para protección propia es necesario desconecta­r de la vida cotidiana. Las actividade­s diarias, como caminar desde la escuela hasta la casa, pueden ser traumatiza­ntes.

Las artes ofrecen un escape y una salida viable de los problemas comunes en las vidas cotidianas de muchos jóvenes como la violencia intrafamil­iar, el abuso de drogas y alcohol, la violencia en sus barrios y la falta de oportunida­des.

“Ofrecemos la oportunida­d de crecer y cada participan­te

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States