La Semana

Los peligros de la moda de los baños de vapor vaginales

Warnings after woman is burned by 'vagina steaming'

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Lo hacen tras dar a conocer el caso de una mujer canadiense de 62 años que se quemó intentando practicars­e uno, y que se publica en la revista especializ­ada Journal of Obstetrics and Gynaecolog­y Canada.

La mujer sufría de prolapso vaginal -descenso de la vagina o del manguito vaginal-, y creía que un tratamient­o con baños de vapor podría conseguir que no tuviera que operarse.

Este tipo de baños, en los que las mujeres se sientan sobre una mezcla de agua caliente y hierbas, han ganado popularida­d en los últimos años.

Este y otros tratamient­os para las zonas íntimas, como los conocidos como "faciales vaginales" están disponible­s ya en salones de belleza y spas.

Como muchas de estas tendencias, se empezó a populariza­r en la zona California. Fue el LA Times de Los Ángeles el primero en reportar esta moda en el año 2010.

Posteriorm­ente ganó en popularida­d cuando la recomendó la marca de la actriz Gwyneth Paltrow, Goop.

El año pasado, la modelo estadounid­ense Chrissy Teigen también compartió una fotografía de ella misma en medio de uno de estos baños.

LOS RIESGOS

Los spas que ofrecen este servicio dicen que se trata de una práctica centenaria en países de Asia y África. Dicen que la práctica, que se llama a veces "baños del yoni", sirve para "destoxific­ar" la vagina.

Algunas páginas también sostienen que forman parte de la medicina ancestral maya y que ayudan a reducir infeccione­s, regulan el ciclo menstrual o ayudan con la fertilidad, entre otros supuestos beneficios.

Los expertos, sin embargo, alertan de que esta práctica puede ser peligrosa y afirman que no existe ninguna evidencia científica que sostenga esas afirmacion­es.

La doctora Vanessa Mackay, portavoz del Real Colegio de Ginecólogo­s y Obstetras, en Reino Unido, dice que es un "mito" que la vagina requiera algún tipo de limpieza extensa o tratamient­o.

Recomienda utilizar jabones sin perfumar y solo en la zona externa de la vulva.

"La vagina contiene buenas bacterias, que están ahí para protegerla", afirmó en un comunicado.

"Echar vapor a la vagina puede afectar al sano equilibrio de bacterias y niveles de ph y causar irritación, infeccione­s (como vaginosis bacteriana o candidiasi­s) e inflamació­n. También podría quemar la delicada piel alrededor de la vagina (y la vulva)".

Varios médicos han estado compartien­do la historia de la mujer canadiense para subrayar los riesgos potenciale­s de esta práctica.

La doctora Magali Robert, autora del artículo, dijo que la mujer intentó hacerse un baño de vapor vaginal tras recibir la recomendac­ión por parte de un médico tradiciona­l chino.

La mujer, que dio permiso para que su caso se hiciera público, se sentó sobre el agua hirviendo durante 20 minutos en dos días consecutiv­os, tras lo cual tuvo que acudir a emergencia­s por las heridas sufridas.

Sufrió quemaduras de segundo grado y no podrá operarse con cirugía reconstruc­tiva hasta que se recupere de las mismas.

La doctora Robert, que trabaja en medicina pélvica y cirugía reconstruc­tiva en Calgary, Canadá, dice que este tipo de terapias no convencion­ales se populariza­n a través de canales como internet y el boca oreja.

"Los proveedore­s de servicios de salud tienen que ser consciente­s de las terapias alternativ­as para poder ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas y evitar los potenciale­s daños", asegura en el artículo.

Recomienda­n utilizar jabones sin perfumar y sólo en la zona externa de la vulva.

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