Feliz reencuentro de una madre marinera
Entre esos sacrificios el más difícil es sin dudas estar lejos de la familia y los seres queridos, y esto es especialmente terrible para la gran cantidad de madres dentro del servicio en nuestro país.
La Semana recientemente tuvo el privilegio de dialogar con una de estas madres, la oficial de la marina Lani Alcala, miembro del escuadrón del helicóptero HSM-78, que hace muy poco logró reunirse con su pequeño hijo, su marido y su mascota, tras una larga misión en altamar.
Alcala es una de las 230.000 mujeres activas en las fuerzas armadas, y una de las 70.000 en la marina estadounidense. La mayoría de estas mujeres no tienen hijos menores de 18 años, pero las que sí, enfrentan desafíos inigualables, como pensar en con quien dejar a sus hijos mientras ellas no están. Alcala tuvo la suerte de que su marido, recientemente retirado de la marina tras 27 años de servicio, pudiera cuidar a Bronco, su hijo de tres años. Aún así, la separación fue muy dura, y Alcala ocasionalmente se frustraba por no poder estar en persona cuidando a su tesoro más preciado.
“Hubo cosa que quería que hiciera mi marido, pero él no tenía tiempo, o no hacía las cosas como yo pretendía”, confesó Alcala a la Semana, destacando que cuando se suscitaban esas situaciones buscaba consejo en sus mentores de la marina.
“Un Jefe de servicio con quien solía trabajar, me dijo, cuando se enteró de que iba a tener a mi bebé que las madres siempre quieren controlar la manera e la que se cría a los hijos, pero cuando uno no está, ese control no lo tiene más”, recordó. “Y después me dijo, ‘vas a tener que ceder y no te puedes enojar por las cosas que no están bajo tu control en tus momentos fuera del hogar´. Y creo que ese es el mejor consejo que me han podido dar”.
Alcala dijo que durante su última misión en el barco USS Carl Vinson, que duró desde agosto del pasado 2021 a febrero de este 2022, “Lo más útil era tener la mente en positivo y entender que mi esposo estaba haciendo lo mejor que podía, yo no estaba en ninguna posición de decirle qué debía hacer. Mientras mi hijo estuviera al cuidado, yo debería de estar contenta. Y confíen en que realmente lo estaba. Creo que eso nos salvó de corazones rotos y miles de peleas”.
Ocho meses en el mar son duros bajo cualquier circunstancia, pero estar separada de su hijo en una etapa tan necesaria hubiese sido insoportable de no ser por el milagro de la tecnología.
“Una de las cosas únicas de esta misión – que muchas otras no tienen- es que teníamos Wi Fi en nuestro barco”, explicó. “Así me era posible llamar a mi marido y a mi hijo todos los días por videolllamada, lo que era muy lindo, muy lindo, una enorme bendición que no cambiaría por nada en el mundo. No me puedo imaginar llegar a casa después de tanto tiempo sin saber cómo mi hijo cambió, y de repente encontrarme con una persona completamente diferente”.
Después de meses separadoss, esta mamá y su hijo se encontraron el pasado 14 de febrero cuando el barco Carl Vinson volvió a San Diego. Hiram Alcala, el marido de la oficial capturó las imágenes del reencuentro, las lágrimas y las risas en un video, en el que se puede ver al pequeño Bronco corriendo hacia los brazos de su madre.
Alcala que ha servido a la marina por 17 años dijo que cree que esta misión fue la última y mira al futuro pensando en el tiempo que tendrá para compartir con su familia. Ella sabe que Bronco se recuperará por no haber tenido a su mamá estos ocho meses. “Es tan resiliente, hay veces que hasta siento que no me extrañó”, dijo Alcala con una emoción innegable. “Pero mi marido me cuenta que miraba mis fotos todos los días y decía, quiero a mi mamá de vuelta. Es un buen chico, y se que va a salir adelante”. (La Semana)