El cóctel de químicos mortal que infectó el centro, oeste y norte de México
Los lugares de nacimiento de las dos organizaciones criminales más peligrosas de México, el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, encabezan la producción de drogas sintéticas. La fabricación drogas sintéticas es cada vez más común en la zona centro-norte de México. Esas son las conclusiones de los datos del gobierno federal, que detectó un un número considerable de narcolaboratorios en los estados de Sinaloa (54); Michoacán (19); Jalisco (14) y Durango (13).
En lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de la Defensa Nacional ha decomisado 127 “cocinas” de opioides, la mayoría en terrenos de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG). Según los reportes, estos aseguramientos han provocado una afectación de más de 7 mil millones de pesos a los grupos criminales.
Los precursores para la elaboración de las drogas llega por las zonas portuarias de México provenientes de Asia. En el caso de Michoacán, por ejemplo, los químicos arriban a través del puerto Lazaro Cárdenas, el cual ha sido un punto de disputa entre el CJNG y los grupos criminales locales
Cerca de la región, a seis horas 40 minutos, conduciendo a través de brechas, tierra suelta y terreno “dunoso”, se encuentra la entidad de Jalisco gobernada por Enrique Alfaro, donde se han localizado 14 narcolaboratorios.
La entidad jalisciense es conocida como base de operaciones del CJNG. Durango, el cuarto estado en la lista de narcolaboratorios decomisados en México, durante mucho tiempo se ha identificado como la zona cero del enfrentamiento entre Los Zetas y el Cártel de Sinaloa.