TILDA DE LAS ACUSACIONES DE ABUSO INFANTIL EN SU CONTRA
Las demandantes dicen que tenían 13 y 15 años cuando la cantante les propuso unirse a un programa artístico dirigido por ella y Sergio Andrade cuando ambos ya gozaban de la fama
La cantante mexicana Gloria Trevi aseguró el pasado viernes que son «falsas» las acusaciones de abuso infantil que enfrenta en una corte de California (EE UU), que datan de los años noventa y por las cuales dice que ya «fue absuelta» en México.
«Fueron acusaciones falsas entonces y siguen siendo acusaciones falsas ahora, ya una corte en México examinó minuciosamente durante un proceso de casi cinco años todas las evidencias y resolvió a mi favor porque tengo la verdad de mi lado», expresó la artista en un comunicado.
Tanto ella como su productor, Sergio Andrade, vuelven a enfrentarse a nueva demanda de presunto abuso y explotación de dos niñas menores de edad en Los Ángeles, según publicó esta semana la revista Rolling Stone que tuvo acceso a la querella.
Trevi sin embargo aseguró este viernes que es ella la que tiene desde hace muchos años una demanda en Estados Unidos para llevar a corte a sus «difamadores».
La cantante pidió a su público «ver más allá de los titulares absurdos y amarillistas».
Las demandantes dicen que tenían 13 y 15 años cuando la cantante les propuso unirse a un programa artístico dirigido por ella y Andrade cuando ambos ya gozaban de la fama.
Aseguran que Trevi las manipuló para convertirse en «esclavas sexuales» del productor y que gran parte del abuso se llevó a cabo en el condado de Los Ángeles.
«Ser víctima de abuso físico y sexual es de lo peor que le puede suceder a un ser humano, lo digo y lo sé como sobreviviente; mis sentimientos están con cualquiera que haya sido víctima de cualquier tipo de abuso», manifestó Trevi en el comunicado.
Ambas demandantes denuncian agresiones físicas, sexuales, aislamiento de su familia y abusos constantes.
Por su parte la cantante dijo que no se quedará callada mientras la acusan «injustamente de crímenes que no» cometió.
En enero de 2000, Trevi, Andrade y María Raquenel Portillo fueron detenidos en Brasil bajo cargos de rapto, violación y corrupción de menores.