El centro de gravedad de EEUU sobre migración se ha ido a la derecha, ¿se podrá llegar a un acuerdo?
WASHINGTON (AP) Hace una década, el Capitolio estaba consumido por la urgencia de reformar el sistema de migración del país, impulsada en gran parte por los republicanos que sentían el imperativo político de lograr avances entre los votantes de grupos minoritarios con políticas más generosas.
Pero ninguna propuesta logró convertirse en ley, y desde entonces, el centro de gravedad de Washington sobre la inmigración se ha desplazado claramente hacia la derecha, y el debate ahora está centrado en medidas destinadas a mantener a los inmigrantes fuera cuando los republicanos sienten que tienen la ventaja política.
Las discusiones y el tira y a'oja entre los partidos sobre cómo garantizar una vía a la ciudadanía para los migrantes o un sistema modernizado de permisos de trabajo para fomentar una mayor inmigración legal son cosa del pasado. En cambio, las discusiones últimamente se han enfocado en qué tanto endurecer las leyes de asilo y restringir los poderes tradicionales del presidente para proteger a determinados grupos de inmigrantes.
Ahora, demócratas y republicanos luchan nuevamente para lograr un acuerdo de inmigración —y las consecuencias del fracaso se extienden mucho más allá de la frontera sur. Los legisladores republicanos insisten en medidas fronterizas más duras como precio para aprobar miles de millones de dólares en ayuda adicional a Ucrania, y el estancamiento pone en riesgo el futuro de la asistencia militar estadounidense a Kiev ahora que la invasión rusa de Ucrania está cerca de cumplir dos años.
Los demócratas han “cedido terreno ante los republicanos en materia de inmigración y la frontera”, dijo Aaron Reichlin-melnick, director de políticas del Consejo Estadounidense de Inmigración, una organización sin Pnes de lucro que aboga por los derechos de los inmigrantes. “El gobierno no parece ver ninguna ventaja en liderar este tema, pero creo que se están dando un tiro en el pie”.
La intrincada naturaleza de los debates sobre inmigración se ha vuelto muy evidente esta semana, cuando a un grupo bipartidista de senadores encargado de encontrar un acuerdo fronterizo se le acaba tiempo para llegar a un trato. El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, ha prometido someter a votación una solicitud de gasto de emergencia de casi 106.000 millones de dólares presentada por la Casa Blanca para cubrir las necesidades de seguridad nacional, incluidas las guerras de Ucrania e Israel y la frontera. El líder de la minoría del Senado, el republicano Mitch
Mcconnell, es un Prme partidario de Ucrania, pero ha recalcado en privado al presidente Joe Biden que el gobierno tendrá que ceder sobre la política fronteriza para desbloquear ese dinero.
En declaraciones en la Casa Blanca el miércoles, Biden dejó claro que estaba dispuesto a aceptar al menos algunos de los cambios que buscan los republicanos.
“Estoy dispuesto a hacer concesiones importantes en la frontera”, dijo. “Necesitamos arreglar el sistema fronterizo disfuncional. Es inservible”.
En privado, los demócratas han resistido las demandas de los republicanos de reducir los poderes ejecutivos de Biden para admitir temporalmente a ciertos inmigrantes en el país. No obstante, parecen dispuestos a ceder ante los negociadores republicanos en otras áreas, particularmente en cuanto a hacer más difícil para los solicitantes de asilo superar una barrera inicial antes de que sus procedimientos legales puedan continuar.
Ese es un cambio a favor de los republicanos incluso respecto al año pasado: Había acuerdos similares sobre el asilo entre los negociadores del Senado en aquel entonces, pero eso habría sido a cambio de una vía condicional a la ciudadanía para aproximadamente 2 millones de “dreamers” que fueron traídos a Estados Unidos cuando eran niños.