El Vaticano condena a un cardenal
CIUDAD DEL VATICANO -- En una sentencia sin precedentes, el Tribunal Vaticano condenó al cardenal Giovanni Angelo Becciu a cinco años y medio de prisión e inhabilitación permanente para ejercer cargos públicos, junto con una multa de 8.000 euros. Esta sentencia, pronunciada en la sala de los Museos Vaticanos, es consecuencia de la implicación del cardenal Becciu en un escándalo centrado en la mala gestión de los fondos de la secretaría de Estado, en particular en relación con una operación inmobiliaria en Londres.
Además del cardenal Becciu, otras personas fueron implicadas y sancionadas. René Brülhart y Tommaso Di Ruzza, antiguos responsables de la vigilancia Snanciera del Vaticano, fueron multados con 1.750 euros cada uno. Enrico Craso, antiguo asesor Snanciero, recibió una pena de siete años de prisión y una multa de 10.000 euros, incluida la prohibición de ejercer cargos públicos. Del mismo modo, el Snanciero Raffaele Mincione y el ex empleado de la secretaría Fabrizio Tirabassi fueron condenados a penas de prisión, multas e inhabilitación para cargo público.
Nicola Squillace, abogado, recibió una condena reducida de un año y diez meses debido a circunstancias atenuantes, con una pena suspendida de cinco años. Gianluigi Torzi, corredor de bolsa, fue condenado a seis años y una multa de 6.000 euros, junto con un año bajo supervisión especial e inhabilitación para cargo público. Cecilia Marogna, gestora, fue condenada a tres años y nueve meses de prisión e inhabilitación temporal para cargo público, y su empresa fue multada con 40.000 euros.
Este veredicto es el resultado de 86 vistas, centradas principalmente en la compraventa de una propiedad en el 60 de Sloane Avenue, Londres. El tribunal constató una importante malversación de fondos por valor de 200 millones y 500.000 dólares, pagados por inversiones de alto riesgo en un fondo vinculado a Raffaele Mincione. El cardenal Becciu, Mincione, Tirabassi y Crasso fueron declarados culpables de varios cargos, entre ellos malversación y autoblanqueo.
Además, el tribunal examinó el uso de los fondos malversados para la propiedad de Sloane Avenue y otras inversiones. Mientras que varios acusados fueron absueltos de algunos cargos, el tribunal condenó a otros por fraude, extorsión y autoblanqueo.
La sentencia puso de relieve el uso indebido de fondos por parte del cardenal Becciu, incluidos pagos con supuestos Snes humanitarios y a una cooperativa dirigida por su hermano, considerados malversación por el tribunal. Aunque muchos de los acusados fueron absueltos de ciertos cargos, los equipos de defensa han indicado sus planes de recurrir la decisión.