ACEPTAR MEDIDAS MIGRATORIAS EXTREMAS FORTALECE A TRUMP
A menos que fuerzas mayores lo impidan, Donald Trump se perzla como el nominado presidencial republicano en 2024. Con ello se repetiría el duelo de 2020 contra Joe Biden, quien esta vez es el presidente, y con la inmigración y la frontera al centro de la contienda otra vez.
Porque si algo ha quedado claro con Trump es que el tema migratorio es su caballo de batalla predilecto; menciona someramente otros temas como la economía, pero vuelve a la inmigración como el arma demagógica que lo catapultó a la presidencia en 2016 por ser el asunto que verdaderamente mueve a su base. Una base que, al parecer, no tiene interés político en otros asuntos de relevancia nacional, sino una conveniencia ideológica y racial untada de morbo migratorio. Esa es la nube en la que /otan.
En efecto, si uno escucha los discursos de Trump, se da cuenta que aparte de sus referencias a sí mismo y de su queja de que es “víctima” de una “cacería de brujas” por parte de sus opositores políticos, la constante de sus mensajes es la retórica extremista en torno a la frontera y a los inmigrantes.
Ven incluso una apertura con los votantes latinos y aseguran que éstos están “abandonando” a los demócratas “masivamente”, cuando la realidad es que el voto hispano sigue siendo mayormente demócrata.
Más aún, una reciente encuesta de Unidosus encontró que los latinos rechazan muchas de las políticas y los mensajes de los republicanos, y piensan que los demócratas manejan mejor los asuntos que les preocupan. Por ejemplo, el sondeo determinó que la inmigración, aunque importante, no es la preocupación central de los hispanos como lo son la in/ación, los trabajos y la economía, la salud, la criminalidad y las armas, así como el costo de la vivienda.
Pero Trump ha prometido deportaciones masivas desde que asuma la presidencia en enero de 2025, si es que le gana a Biden.
Pero es precisamente ese tipo de ideas las que debe considerar el presidente Biden ahora que estamos a las puertas de un acuerdo entre republicanos y demócratas y la Casa Blanca sobre el plan de ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán que prevé cambios a las leyes de asilo, medidas para reformar la seguridad de la frontera con México y aparentemente cambios a los programas como el parole que han abierto vías legales para la inmigración. Aceptar medidas migratorias extremas solamente fortalece a Trump.
De hecho, varios senadores republicanos así lo han indicado.
“Cuando se dé a conocer el proyecto de ley y todos –especialmente los conservadores y el presidente Trump– vean las herramientas que estarán disponibles para un presidente Trump si gana las elecciones, perder esta oportunidad de convertirlo en ley, creo que sería negligente”, declaró el senador republicano de Carolina del Norte, Thom Tillis.
Pero Biden, a pesar de que ha concretado 535 acciones migratorias en lo que va de su mandato, parece encontrarse entre la espada y la pared: asegurar que su tema central de política exterior, Ucrania, obtenga los fondos para seguir combatiendo la invasión rusa; o ceder a las demandas republicanas en materia migratoria, decepcionando de paso a los grupos pro inmigrantes y, peor aún, a los votantes para quienes este tema determina cómo votarán o si lo harán. Y ante Trump y una base MAGA altamente entusiasmada, cada voto cuenta. (America’s Voice)