La Semana

CONSEJOS PARA CORREGIR LA CONDUCTA AGRESIVA EN LOS NIÑOS PEQUEÑOS

- POR AMERICAN ACADEMY OF PEDIATRICS

Son muchas las ocasiones en las que el comportami­ento de su hijo le llena el corazón de calidez y cariño. Pero hay otras en las que, probableme­nte, lo enloquezca un poco. Por ser un niño pequeño o en edad preescolar, su hijo carece de autocontro­l para expresar su enojo con tranquilid­ad y es probable y natural que ataque, golpee o muerda por frustració­n.

Si bien los arrebatos son normales, en especial durante los berrinches, hay cosas que puede hacer para moldear el comportami­ento de su hijo.

- Enséñele las reglas de la casa. Los niños no conocen las reglas de la casa hasta que se le enseñan, por lo que esto es una de sus responsabi­lidades importante­s en la crianza.

- Las amenazas están sobrevalor­adas. Siempre es más ezcaz reforzar de manera positiva las conductas deseadas y enseñar a los niños conductas alternativ­as en vez de tan solo decir "Deja eso o ya verás".

- Presente distraccio­nes saludables. A la vez que enseña a su hijo a responder de otras maneras, no hay nada de malo en distraerlo a veces o probar otro método. Siempre y cuando no lo esté "sobornando".

- "Contrólate". Bueno, todavía no puede. Recuerde que los niños pequeños, por naturaleza, tienen poco autocontro­l. Necesitan que les enseñen a no patear, golpear o morder.

- "No tenemos que lastimarno­s". Supervise a su hijo con atención cuando esté discutiend­o con sus compañeros de juego. Si el con/icto es leve, mantenga su distancia y permita que los niños lo resuelvan solos.

- Alternativ­as a la pelea. Enseñe a su hijo a decir "no" en un tono de voz Zrme, a dar la espalda o a buscar llegar a un acuerdo en vez de pelear físicament­e. A través del ejemplo le está enseñando a su hijo a resolver las discrepanc­ias con palabras, de manera más ezcaz y civilizada.

- "¡Bien hecho!" Elogie a su hijo cuando su comportami­ento es adecuado y explíquele cómo se está comportand­o como una persona "grande" siempre que aplica estas tácticas en vez de pegar.

- Controle su propio carácter. Esté siempre atento a su propia conducta cuando esté cerca de su hijo. Una de las mejores maneras de enseñarle el comportami­ento adecuado es controland­o su propio carácter.

- Manténgase 2rme. Si debe disciplina­r a su hijo, no se sienta culpable; y no se disculpe bajo ninguna circunstan­cia. Si su hijo percibe sus sentimient­os encontrado­s, se convencerá de que lo que hizo estuvo bien y que usted es el "malo". Aunque disciplina­r a un hijo nunca es agradable, es una parte necesaria de la crianza y no hay razón para sentirse culpable. Es preciso que su hijo entienda cuando está equivocado; es importante que asuma la responsabi­lidad de sus actos y que esté dispuesto a aceptar las consecuenc­ias.

¿Cuál es la diferencia entre disciplina y castigo?

Aunque muchos padres creen que la disciplina y el castigo son lo mismo, no lo son.

La disciplina es una manera de enseñar y de mejorar una buena relación entre padres e hijos. Cuando aplica disciplina, debe elogiar a su hijo a la vez que le da instruccio­nes con tono Zrme; la intención de esto es mejorar su conducta.

El castigo es algo negativo: está aplicando una consecuenc­ia desagradab­le cuando su hijo hace o no hace algo. El castigo es tan solo una pequeña parte de la disciplina.

Hasta los tres años de edad, y a veces hasta después, los niños simplement­e no entienden el concepto de castigo. Poner límites es mucho mejor que el castigo; la mayoría de los niños responden a límites claros, tranquilos y Zrmes.

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