La Semana

EL ALETEO DE UNA MARIPOSA

- POR ERNESTO FERNANDEZ NUÑEZ | BUENOS AIRES, ARGENTINA

Desde la convulsion­ada Argentina, Ernesto Fernández Nuñez, escritor apasionado de las letras y actual vicepresid­ente de la Sociedad Argentina de escritores, por cuyas puertas desolaran autores como Borges y Leopoldo Lugones, nos dedica esta semana unas palabras de re2exión sobre los tiempos que corren con una exquisita prosa.

El Olósofo sudamerica­no Burges, pide la palabra, guarda una foto de Kafka y opina, la Era Gregorio Samsa, el tiempo de la metamorfos­is, en honor al primer hombre en convertirs­e en insecto, ya está golpeando la puerta de nuestra civilizaci­ón, dice y se retira silbado y abucheado como le sucede siempre.

La civilizaci­ón nunca pudo ni podrá resolver los problemas que ocasiona, los acentúa y los oculta, no construye, reconstruy­e sobre lo que destruye.

La Era Samsa, trae novedades metamorfos­eadas, en los liderazgos, nadie parece ser quien es, el discurso se acomoda, los peroles se adaptan, la autocrític­a, la re2exión y la duda, uno de los nombres que tiene la inteligenc­ia, se operan rápido con tratamient­os no invasivos.

No es todo, en pocas horas una discusión territoria­l se transforma en un con2icto armado, aliados y enemigos festejan, metamorfos­is en estado puro.

Las zonas beligerant­es, las guerras, se convierten en nuevas oportunida­des de inversión y desarrollo, pronto cotizarán en bolsa.

Hay complicida­d en la violencia, entonces, que otra forma soosticada de esclavitud en forma de control social, se estará diseñando atrás de esta realidad.

Arriesguem­os, se trata de colonizar el cerebro, usar la manipulaci­ón negativa de la inteligenc­ia artiocial, correr el eje del sentido común, ocultar la verdad en la post verdad y aceptar como lógico y normal aquello que nuestro cuerpo visceralme­nte rechaza.

Las palabras, que hacen acuerdos pacíocos, gastadas y debilitada­s por su mal uso, son reemplazad­as por sentimient­os primarios, el odio y el resentimie­nto, como dioses necesarios, omniscient­es y omnipresen­tes. Bases del racismo.

De ser así debemos acordar con el Olósofo Burges, la metamorfos­is, la Era Samsa, transforma­r al hombre en un insignioca­nte insecto, ya está entre nosotros.

Nuestro joven país y quienes lo habitamos, tenemos defensas ante esa realidad, todavía podemos mirar tan lejos como nos permita nuestra memoria despojada de tinieblas, tenemos retorno de nuestros desencuent­ros.

Los que tienen vedada esa posibilida­d, con dolor, son aquellos que un proyectil, desde la banalidad, entró por una claraboya apagando velas y vidas.

Tenemos un destino individual y uno en común, en este, el aleteo de una mariposa en Misiones, produce un alud en Mendoza, el alud, un apagón en un hospital de La Rioja en el momento que una mujer va a parir, parto alumbrado por velas que un puestero de campo de San Luis guardaba, para cerrar el milagro de que todos somos uno o deberíamos serlo.

Ernesto Fernández Núñezescri­tor-psicoanali­sta-vicepresid­ente de la Sociedad Argentina de Escritores. S.A.D.E.

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