VULNERABILIDAD DE CANDIDATOS LOCALES, EL MAYOR RIESGO DE LAS ELECCIONES GENERALES EN MÉXICO
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Mientras México se prepara para las elecciones generales más grandes de su historia, las organizaciones criminales han convertido en su blanco predilecto a los políticos locales en zonas donde dominan los carteles, lo que genera preocupación entre los expertos que temen que los comicios de junio podrían ser los más sangrientos de la historia reciente.
Esa realidad la conoció de cerca Julián López, coordinador del partido opositor Movimiento Ciudadano en el estado sureño de Guerrero, quien milagrosamente logró sobrevivir a un secuestro, junto con dos colaboradores, que tuvo lugar la madrugada del 7 de febrero cuando se trasladaba en su camioneta por una autopista de esa entidad.
El político, de 43 años, y sus dos colaboradores estuvieron cerca de una hora en manos de sus captores quienes, tras golpearlos y despojarlos de sus teléfonos móviles y otras pertenencias, los llevaron a un terreno cercano a un basurero y los obligaron a hincarse antes de empujarlos al suelo para abandonarlos en medio de la noche.
Dos aspirantes a la alcaldía de Maravatío, en el estado occidental de Michoacán, no tuvieron igual suerte. El lunes fueron asesinados por pistoleros con pocas horas de diferencia. Uno pertenecía al partido gobernante Morena, del presidente Andrés Manuel López Obrador, y el otro al conservador partido Acción Nacional (PAN). Un tercer aspirante a alcalde de esa ciudad fue secuestrado y hallado muerto en noviembre.
El 10 de febrero, un hombre que aspiraba a ser el candidato a diputado por el partido Morena en Ecatepec, un extenso suburbio de la Ciudad de México, recibió un disparo mortal en plena calle junto a su hermano. Un mes antes, el 5 de enero, fue asesinado el dirigente local del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) y candidato a la alcaldía de Suchiate en el estado sureño de Chiapas. El mismo día, en el estado noroccidental de Colima, un candidato a alcalde de Movimiento
Ciudadano en la localidad de Armería fue tiroteado por pistoleros mientras se encontraba en su vehículo.
Aun así, López se ha negado a viajar en vehículos blindados y a recibir protección de elementos armados desde su secuestro.
“¿Cómo se verá un dirigente moviéndose en el estado de Guerrero blindado y protegido por policías?, se preguntó el dirigente. “Eso no es la realidad con la que debemos estar trabajando en la entidad”.
Miles de políticos locales se encuentran en un dilema similar. De acuerdo con registros de la asociación civil local Data Cívica, que lleva adelante un proyecto de investigación sobre violencia política en México, desde septiembre —cuando la mayoría de las organizaciones iniciaron sus procesos de precampaña— hasta el 10 febrero se han reportado 30 agresiones a precandidatos e integrantes de partidos, en su mayoría políticos locales.
Itxaro Arteta, vocera de la asociación, indicó a The Associated Press que en enero pasado se reportaron ocho ataques a precandidatos, superando en más del doble las cifras de otros años, con lo que se convirtió en el “enero más violento” del que tienen registro desde 2018.
El escenario que avecina es “preocupante” puesto que en los procesos en los que hay muchos cargos locales en disputa suele subir la violencia política, reconoció Arteta. En los comicios generales del 2 de junio, que ya son considerados los más grandes de la historia, se elegirán más de 19.000 autoridades locales.
La compleja situación que enfrentan los políticos locales mexicanos también se evidenció en el análisis “Urnas y Tumbas” que realizaron investigadores del Seminario sobre Violencia y Paz del centro académico Colegio de México, que estudió 32 asesinatos de candidatos ocurridos en el proceso del 2021.
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