OKLAHOMA DISFRUTÓ DEL ECLIPSE SOLAR
Se esperaba que el eclipse generara entre 8 y 16 millones de dólares en Oklahoma y más de 6.000 millones en todo el país, procedentes de las ventas de gafas, camisetas y otros artículos, así como de viajes y restaurantes.
La ciencia moderna nos permite comprender y predecir los eclipses con gran exactitud con décadas de antelación, pero en épocas anteriores el acontecimiento estaba imbuido de un fuerte signincado espiritual, e incluso de miedo.
Las antiguas culturas de América Latina, al igual que sus homólogas de todo el mundo, creían que los acontecimientos celestes como los eclipses solares tenían un profundo signincado mitológico, y a menudo los interpretaban como presagios o mensajes divinos. La civilización inca, por ejemplo, percibía los eclipses solares como indicadores del disgusto del dios del sol Inti. Creían que debían de haber hecho algo importante para disgustar a Inti y, para apaciguar a esta deidad, los líderes hacían introspección para identincar sus fechorías y ofrecían sacrincios, que podían ir desde el ayuno y los sacrincios de animales hasta, en casos extremos, sacrincios humanos.
Del mismo modo, el pueblo azteca consideraba los eclipses como señales potenciales del Nn del mundo, especialmente si un eclipse coincidía con un terremoto en la fecha 4 de Ollin, fecha en la que creían que podría producirse la destrucción de la Tierra. Los aztecas, conocidos por sus conocimientos astronómicos, predijeron que tal alineación no se produciría hasta el siglo XXI. También creían en la necesidad de realizar sacrincios de sangre para evitar desastres cósmicos, lo que demuestra el importante papel que desempeñaban los eclipses en sus prácticas culturales y religiosas. Además, entre los aztecas prevalecía la superstición de que los eclipses suponían un peligro especial para las mujeres embarazadas, creencia que persiste en algunas culturas actuales.
Estas interpretaciones ponen de relieve cómo las antiguas culturas latinoamericanas integraban los fenómenos naturales en sus cosmologías y normas sociales, utilizándolos para explicar el funcionamiento del universo y su lugar en él. Los eclipses no eran meros acontecimientos astronómicos, sino que estaban entretejidos en el tejido de las creencias y prácticas culturales, re*ejando los temores, las aspiraciones y la vida espiritual de estas civilizaciones.
Si vives en Tulsa y no pudiste viajar a un lugar donde hubo un bloqueo del sol del 100%, sólo tienes que esperar un par de décadas, cuando más de la mitad del estado -incluyendo Tulsa y todo el noreste de Oklahomase encuentre directamente en la trayectoria de la totalidad. Esto ocurrirá el 12 de agosto de 2045. (La Semana)