JULIA ANTONIA VALLADARES CABRERA
Madre amada, señora de la sonrisa y paz, pilar de nuestra familia, mi musa, mi flor de la mañana, mi fé en el Creador, mi esperanza cuando todo estaba oscuro, mi palabra de aliento, mi colibrí. La recuerdo tanto todos los días y la quiero. Que el olor y el color de todas las flores la bendigan hoy y siempre. — Jorge-Mario Cabrera Rancho Cucamonga