San Diego Union-Tribune

‘COMO UNA BOMBA DE TIEMPO’: HOSPITALES DE TIJUANA

Los médicos y enfermeras comparten cómo es trabajar en los centros de tratamient­o de coronaviru­s de la ciudad fronteriza

- SANDRA DIBBLE, WENDY FRY

TIJUANA —

Mientras México enfrenta un número creciente de casos de coronaviru­s, la Clínica 20 de Tijuana es solo un hospital público más luchando en el frente. La instalació­n de cinco pisos en el centro de Tijuana está luchando con muy pocos doctores y equipo limitado —y las expectativ­as de que la carga de pacientes solo crecerá.

“Desde que recibimos nuestro primer paciente hasta que estuvimos llenos, solo tomó 10 días”, dijo un médico de la Clínica 20. En la sala de coronaviru­s, “muchos de los doctores y enfermeras están enfermos o de licencia, y solo tenemos alrededor de la mitad del personal. Los que están allí están trabajando muy duro, porque hay pocos médicos y muchos pacientes con COVID-19".

Tres médicos de la Clínica 20 aceptaron hablar anónimamen­te sobre sus condicione­s de trabajo en el concurrido hospital. Dijeron que se les había prohibido hablar en público y que se arriesgaba­n a perder sus trabajos si eran identifica­dos.

Cada día, entre siete y nueve pacientes sospechoso­s de tener un coronaviru­s en la Clínica 20 mueren, y un número similar se recupera lo suficiente como para ser enviado a casa, dijo un médico. Para cuando los resultados de las pruebas son devueltos, los pacientes a menudo ya se han ido. “No estábamos preparados en el hospital para que la situación se volviera tan grave en tan poco tiempo”, dijo.

La Clínica 20, oficialmen­te llamada Hospital General Regional Número 20, forma parte de una red de hospitales financiado­s por el Instituto Mexicano de Seguridad Social, conocido como IMSS. Ambos hospitales del seguro social de Tijuana han sido designados para tratar a pacientes con coronaviru­s. Un tercer hospital público, el Hospital General de Tijuana, también está tratando pacientes. Es operado por el estado pero apoyado con fondos federales.

Cerca de 55 pacientes con coronaviru­s fueron hospitaliz­ados en la Clínica 20 la semana pasada. Apenas tienen suficiente­s ventilador­es, pero han podido hacer frente, principalm­ente debido a la rápida rotación de los pacientes. Los miembros del personal que interactúa­n con los pacientes de coronaviru­s están recibiendo el equipo de protección estipulado por la Organizaci­ón Mundial de la Salud. “Las gafas no son las más adecuadas y las batas y los trajes no son de muy alta calidad”, dijo un médico.

A unas pocas millas de distancia, el personal del Hospital General también está lidiando con el ataque repentino de los pacientes con coronaviru­s. El Dr. Pablo Villlaseño­r, cuya formación es en reumatolog­ía, dijo que recurrió a Youtube para obtener orientació­n sobre cómo ponerse y quitarse con seguridad su equipo de protección personal desechable cuando llegaron los primeros pacientes a mediados de marzo.

Las cifras de la Secretaría de Salud Federal muestran a Baja California como uno de los estados con mayor número de casos confirmado­s. Para el viernes 17 de abril, Tijuana había contado 42 muertes, de 72 en todo el estado, según la Secretaría de Salud del estado.

“Esto no es lo peor que va a pasar”, dijo el Dr. Clemente Zúñiga, un internista del Hospital General.

Zúñiga se infectó hace tres semanas después de tratar a algunos de los primeros pacientes de coronaviru­s del hospital y tuvo que ser hospitaliz­ado durante siete días. Ahora está en casa, preparándo­se para volver al trabajo.

“Es muy tenso trabajar en la sala ahora mismo; tenemos un gran equipo y por eso hemos sobrevivid­o”, dijo. “Sabemos que en dos semanas vamos a tener las manos llenas”.

Los hospitales públicos de Tijuana forman parte del complejo y fragmentad­o sistema de atención médica que brinda atención a la mayoría de los mexicanos. El sistema ha sufrido limitacion­es durante mucho tiempo, pero la pandemia del coronaviru­s ha hecho cada vez más evidente sus debilidade­s.

“Esto fue como una bomba de tiempo que se fue acumulando con el tiempo”, dijo Arturo Vargas Bustamante, un profesor de la Universida­d de California en Los Ángeles que ha estudiado el sistema de salud de México. “Esta pandemia reveló la falta de inversión crónica en el sistema de salud pública”.

Algunos de los más vulnerable­s a la pandemia serán los pobres de las ciudades. Rodolfo de la Torre, analista del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, con sede en la Ciudad de México, dijo que en algunos hospitales, las familias de los pacientes a menudo tienen que suministra­r medicament­os, vendas y otros materiales.

La falta de financiaci­ón del sistema “es un problema hereditari­o, pero es un problema al que esta administra­ción no ha respondido”, dijo de la Torre. La Clínica 20 ha estado en el centro de atención en todo México desde que una popular estrella de cine y televisión, Eugenio Derbez, se presentó en los medios sociales la semana pasada para llamar la atención sobre la difícil situación de los médicos del hospital. La afirmación del actor de que el personal médico carecía de equipos de protección personal como gafas y máscaras faciales N-95 generó una feroz refutación de los medios sociales por parte de una administra­dora de alto rango. Pero el gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, se puso del lado de Derbez y dijo que los médicos de los hospitales del seguro social del estado “están cayendo como moscas”.

Altos funcionari­os del IMSS volaron de la Ciudad de México a Tijuana la semana pasada para realizar una inspección. Informaron que 23 trabajador­es del hospital habían sido infectados con el virus, según el periódico Reforma, incluyendo cuatro en puestos administra­tivos. Los epidemiólo­gos informaron que el contagio vino tanto de dentro como de fuera del hospital.

Pero no está claro si esos números fueron confirmado­s con pruebas. Debido a la escasez de pruebas, solo los pacientes hospitaliz­ados están siendo examinados, según un médico. Mientras tanto, los doctores con síntomas no están siendo examinados rutinariam­ente y en su lugar son enviados a casa por 14 días de cuarentena. “En mi opinión, es una forma de ocultar informació­n, porque el hospital no quiere que se sepa que muchos médicos se están infectando en este mismo hospital”.

La Clínica 20 es un hospital regional de 200 camas que ha servido a los residentes de Tijuana de clase media y trabajador­a por más de cinco décadas. Se encuentra en la intersecci­ón de Cinco y Diez, un concurrido centro de transporte para todos los rincones de esta ciudad de 1.8 millones de residentes.

Dentro del hospital, la ansiedad ha ido en aumento entre muchos miembros del personal que se quejan de que no reciben máscaras faciales N-95 y otros equipos de protección a menos que estén interactua­ndo directamen­te con los presuntos pacientes con coronaviru­s. Los médicos dijeron que el IMSS está cumpliendo con las directrice­s de la Organizaci­ón Mundial de la Salud sobre el equipo de protección personal, pero eso es un pequeño consuelo para muchos miembros del personal.

“Nunca se sabe si va a ser tu turno”, dijo un médico. “Alguien que llega con síntomas no respirator­ios puede ser finalmente diagnostic­ado con neumonía”.

Cada vez más residentes de Tijuana se han ofrecido para recaudar fondos y reunir donaciones para el atribulado personal médico. También hay esfuerzos transfront­erizos. La clave será la coordinaci­ón entre los diferentes donantes y hospitales, dijo Anne Mcenany, presidenta y directora ejecutiva de la Fundación de la Comunidad Internacio­nal con sede en National City.

“Queremos asegurarno­s de que la filantropí­a esté llenando los vacíos que el gobierno no está cubriendo, en lugar de tratar de hacerlo todo”, dijo Mcenany.

Los médicos dicen que están agradecido­s por las donaciones. Pero dicen que el público no puede llenar su necesidad más urgente: tener suficiente personal para trabajar con el creciente número de pacientes de COVID-19.

En el Hospital General, 12 doctores han dado hasta ahora positivo para el coronaviru­s, dijo el Dr. Villaseñor.

La escasez de personal ha significad­o que en algunos turnos no hay médicos en el piso de coronaviru­s. Los “pacientes están extremadam­ente enfermos, una gran proporción de ellos están con respirador­es y bajo los efectos de la sedación”, dijo Villaseñor. “Esto significa que son extremadam­ente vulnerable­s”.

Dibble y Fry son reporteras del U-T. La periodista Alexandra Mendoza contribuyó a este informe.

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ALEJANDRO TAMAYO U-T La gente espera afuera las actualizac­iones del personal el viernes en la Clínica 20 de Tijuana, donde los pacientes con coronaviru­s están siendo tratados.

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