SE MEDIRÁN TIEMPOS DE ESPERA EN GARITAS
SANDAG y Caltrans están desarrollando una aplicación móvil para el verano
Todos los días, miles de personas en la región fronteriza despiertan con una misma pregunta: ¿cómo está la fila para cruzar de Tijuana hacia Estados Unidos?
La Asociación de Gobiernos de San Diego (SANDAG), en conjunto con el Departamento de Transporte de California (Caltrans), desarrollan una aplicación móvil para contestar de forma científica esa pregunta.
El proyecto forma parte de un programa piloto que inició en 2016 para recolectar información que permita mejorar la eficiencia en los cruces fronterizos.
En una primera fase, se instaló tecnología de medición en el cruce vehicular de San Ysidro hacia Tijuana. En diciembre de 2021, con la autorización del gobierno de Tijuana, se hizo lo propio en los cruces fronterizos de Tijuana hacia San Diego, es decir, San Ysidro y Otay Mesa, y en un futuro, Otay Mesa East.
Esta tecnología utiliza sensores —instalados a lo largo de 6 millas— para calcular el tiempo en que un vehículo tarda en llegar desde determinado punto a otro. Dicha información estará disponible al público a través de una aplicación gratuita que saldrá en verano.
Este programa piloto se desprende del proyecto de construcción de la nueva garita de Otay Mesa —también conocida como Otay Mesa II— que abrirá en 2024. Contrario a los puertos de entrada ya existentes, la nueva garita requerirá de un pago de peaje que garantizará una espera promedio de 20 minutos.
El costo de peaje variará conforme a la demanda, según lo anunciado por autoridades desde el inicio del proyecto. Por tal motivo, se busca contar con un sistema de medición de tiempos de espera que, en un futuro aporte datos al proyecto de Otay Mesa East.
“Todo esto es necesario para cuando abra el cruce fronterizo Otay Mesa II”, dijo María Rodríguez-Molina, encargada de proyecto con SANDAG. “Necesitamos saber los tiempos de espera en todos los cruces en la zona San Diego-Tijuana para poder manejar la cuota”.
Mario Orso, director de proyecto con Caltrans, agregó que al medir los tiempos de espera se permitirá que los viajeros tomen mejores decisiones, ya sea quienes tengan que cruzar lo más pronto posible o quienes puedan esperar a otra hora del día. “La información es poder”, dijo.
Los datos sobre la espera de
diferente al que se desarrolló en 2017, cuando un hilo inicial de pruebas positivas creció rápidamente, semana tras semana, llegando finalmente a 584 casos, 398 hospitalizaciones y 20 muertes para cuando el brote finalmente se resolvió por sí mismo en 2018.
Shah dijo que la vacunación es la mayor diferencia entre entonces y ahora. Un esfuerzo de vacunación enfocado, dijo, ha tenido éxito en la entrega de 392 dosis de vacuna contra la hepatitis A a las personas con mayor riesgo de infección desde el 13 de febrero.
“La atención se ha centrado en los albergues y campamentos”, dijo Shah.
Pero el esfuerzo de vacunación, añadió, no se ha realizado exclusivamente en las últimas semanas.
“En realidad nunca hemos parado desde ese período de 2016 a 2018; la gente seguía saliendo a los campamentos,
tienda por tienda, pidiendo a la gente que se vacunara y esto ha sido, ya sabes, junto con las vacunas contra la gripe y las vacunas COVID”, dijo Shah. “Basándome en lo que estoy oyendo sobre la gente que está siendo vacunada, por equipos que se desplazan a pie y en otros lugares, creo que es una razón que probablemente contribuya a que no estemos viendo un gran aumento de casos”.
Si bien los recientes esfuerzos de vacunación pueden haber ayudado, también es cierto que la población en riesgo de infección por hepatitis A —generalmente aquellos que viven sin acceso adecuado a servicios sanitarios— está más vacunada en general que en 2017, en gran parte debido a la campaña de vacunación de larga duración que siguió al brote.
“Creo que hay un mayor número de personas vacunadas, y gran parte de eso provino del brote anterior”, dijo Shah. “Pero también creo que somos una comunidad mejor educada, y creo que estamos mejor informados y muchas personas, nuestros socios en la atención médica y otras partes interesadas, somos capaces de, más o menos, entrar en acción cuando empezamos a ver un aumento de los casos”.
La velocidad del esfuerzo de vacunación del departamento de salud del condado en 2017 fue uno de los principales
puntos de crítica en un informe de 2018 del Auditor del Estado de California, que encontró que el brote podría haberse controlado más rápidamente “si el condado hubiera acelerado los esfuerzos de vacunación antes”.
“Las vacunaciones totales en el condado superaron las 41 mil tanto en septiembre como en octubre de 2017, en comparación con alrededor de 7700 en agosto”, señala el informe. “Este aumento en las vacunaciones coincidió con una disminución dramática en el número de nuevos casos de hepatitis A”.
John Brady, fundador de Lived Experience Advisers, una organización que busca dar a las personas que han experimentado la falta de vivienda una voz en las discusiones cívicas en torno a la falta de vivienda, dijo el miércoles que la explicación de la vacunación tiene sentido como la razón principal por la que el virus de la hepatitis A se está propagando más lentamente esta vez.
“Creo que la única razón por la que no hemos visto un brote esta vez es por los esfuerzos que se han hecho desde hace varios años para garantizar que las personas sin techo se vacunen”, dijo Brady. “Pero, al mismo tiempo, seguimos sin proporcionar instalaciones adecuadas para todas las personas, visitantes o no, que necesitan usar un baño”.