Disfrute del pan de vida, estilo egipcio
Hace mucho tiempo que queríamos visitar Egipto. Mi esposo estaba muy interesado en las pirámides y la Esfinge. Yo también, pero mi primera prioridad era experimentar la cocina egipcia. En mi opinión, la mejor manera de conocer una cultura es compartir su comida. (O tal vez esto es solo una excusa para zamparme cuanto encuentro.)
De cualquier manera, ha sido un viaje de grandes descubrimientos culinarios, pues la cocina egipcia, que ha evolucionado durante siglos, es ahora una mezcla deliciosa de sabores del Medio Oriente y de Europa. Encontrar las similitudes con platos de Nuevo México ha resultado una tarea deliciosa.
Entre los platillos comunes se encuentra Roz Bel Laban, muy similar al pudín de arroz y a nuestro arroz con leche, que se prepara con leche, o a veces crema espesa, y pistachos, que le dan el toque local.
Y por supuesto que encontramos también el pan, en sus distintas variedades. Una constante en la comida egipcia es su versión del pan “flatbread”, que se remonta a la época de las pirámides, cuando a los trabajadores les pagaban en pan, cerveza y especias, pues el dinero todavía no se había inventado.
El pan plano egipcio, llamado aish baladi, se
parece a una tortilla y, al igual que esta, se usa para acompañar otros ingredientes y se rellena con carne, pollo o lo que haya en la mesa. Originalmente, como la tortilla, se usaba a manera de utensilio, para sujetar la comida.
El sabor, sin embargo, es mas neutral, y contiene bolsitas de aire. No se hace con harina de maíz sino con harina de trigo integral. La textura es mas suave que la de una tortilla.
Aish significa vida, lo cual da la medida de lo importante que era, y es todavía, el pan para los egipcios.
Aquí hay una receta que puedes hacer en la casa. La mejor manera es usar una piedra de hornear y ponerla en mitad del horno, pero no es “absolutamente necesario” dice Ahmed Hafez, uno de los cocineros del hotel donde nos hospedamos.
“También se puede hacer sin aceite,” dijo. “Esta es una receta básica pero se puede modificar.”
“¿Puedo usar manteca en su lugar?” Fue mi pregunta.
Hizo una pausa para pensarlo.
“Nunca lo he intentado,” me respondió al cabo. “Si lo haces, déjame saber como sale.” Ingredientes:
1 cucharadita de levadura en polvo
2 tazas de agua
4 tazas de harina de trigo integral
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de aceite vegetal.
Preparación:
Caliente el agua y mézclela con la levadura.
Pasados diez minutos, añada dos tazas de harina de trigo integral y mezcle todo.
Cúbralo y déjelo reposar por media hora.
Añada el aceite, la sal y el resto de la harina de trigo.
Amase por 10 o 15 minutos. Ponga todo en un recipiente grande, engrasado, y deje reposar por dos horas.
Precaliente el horno a 500 grados o tan alto como se pueda.
Divida la masa en doce porciones. Haga una pelotita con cada una y aplastelas en un circulito de cuatro pulgadas. Póngalas sobre papel de hornear y déjelas allí por media hora.
Ponga las porciones, que ya estarán algo infladitas, en el horno, y hornéalas de seis a ocho minutos. Deje reposar por cinco minutos antes de servirlas.
El version de este columna esta por la Página C5.