Carlos Holmes Trujillo: Urge resolver problema migratorio »
El canciller de Colombia planteó la necesidad de presionar por un cambio político y coordinar con el Grupo de Lima las sanciones que deben imponerse a Caracas
El gobierno de Colombia adoptó el Pacto Global de Marrakech para una migración segura, regular y ordenada ante la crisis que supone la oleada de emigrantes venezolanos, que ya suma 1,1 millones de personas en ese país y 3 millones en toda la región latinoamericana, dijo el canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo.
Luego de participar en la cumbre de Marrakech en la que el lunes Colombia adoptó el pacto, Holmes Trujillo afirmó que la manera en que su gobierno está haciendo frente a la crisis migratoria venezolana coincide con las grandes líneas de este, aun antes de que fuera adoptado.
Así, el funcionario recordó que el acuerdo es un marco de cooperación no vinculante jurídicamente, respeta la soberanía de los Estados y, al mismo tiempo, establece buenas prácticas para mejorar las condiciones de los emigrantes, por lo que su efecto positivo es evidente.
Además, el canciller recordó que su gobierno adoptó el pacto pensando en los 5 millones de colombianos que residen en el exterior, a los que quiere garantizar un marco de cooperación más estrecho y dinámico. Sin embargo, el problema más acuciante ahora es el flujo de emigrantes venezolanos hacia Colombia “de tal magnitud que el gobierno del presidente Iván Duque trabaja para hacerle frente en el orden nacional, regional y global”, indicó.
De acuerdo con sus datos, de los 1,1 millones de venezolanos en Colombia, 700.000 están en tránsito y 40.000 en la llamada “migración pendular”, y a ellos hay que añadir, además, 400.000 ciudadanos colombianos que han retornado de Venezuela.
Trujillo se refirió una vez más a la necesidad de presionar por un cambio político en Venezuela y coordinar con el Grupo de Lima las sanciones que deben imponerse al régimen de Caracas, aunque –insistió– ya Colombia lo está haciendo. “Se trata de crear condiciones políticas y diplomáticas para que el pueblo hermano venezolano pueda volver a vivir en democracia y libertad, pues está atravesando un momento crítico política y socialmente, agravado por el desconocimiento de los derechos humanos”.