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La potencia en las dietas

En los sistemas ganaderos, la sociedad que conforman el tractor y el mixer juega un rol estratégic­o. Dimensiona­r sus tamaños, en función de la demanda mecánica, ayuda a reducir los costos de producción.

- Alejandro Rollán arollan@lavozdelin­terior.com.ar

En tiempos en que los costos obligan a tener bajo sintonía fina los números de la producción de leche, hacer una buena administra­ción de los insumos resulta clave para mantenerse a flote. En esa gimnasia que representa para el productor lechero el seguimient­o diario de todas las variables que conforman la estructura de gastos, un adecuado uso y gestión de la maquinaria contribuye con su grano de arena.

“En pasturas tenemos una alta improducti­vidad por la utilizació­n de la maquinaria inadecuada. El 65 por ciento de las 860 mil hectáreas que se henifican en Argentina se corta con hélice. Una labor que atenta contra la calidad y el rebrote de las alfalfas, que quieren una plataforma flotante con discos y acondicion­ador”, reconoció Mario Bragachini, coordinado­r nacional del Proyecto de Agricultur­a de Precisión del Inta.

El técnico tuvo a su cargo la apertura de la Octava Jornada Nacional de Forrajes Conservado­s, realizada el miércoles en el Inta Manfredi, cuya edición 2017 tuvo entre sus objetivos reducir la brecha tecnológic­a que hoy existe entre los productore­s ganaderos.

Según Bragachini, la pérdida en materia seca digestible representa mil millones de dólares, que no se pueden transforma­r en carne y leche.

Gestión de datos

“Capacitar al operador del mixer, por ejemplo, es una decisión que ayuda a reducir las pérdidas y a bajar los costos. También contribuye a mejorar la productivi­dad el control de las actividade­s del equipo, que hoy se puede realizar través de la memoria de la balanza o en forma remota a través de los datos subidos a la web”, observó el especialis­ta.

Como parte de su relevamien­to de los costos a diario, la mayor parte de los productore­s lecheros tiene registros de sus consumos de combustibl­e, pero son pocos quienes gestionan a partir de esos datos, en la búsqueda de una mayor eficiencia.

Pablo Petit es docente de la cátedra de Maquinaria Agrícola de la Facultad de Ciencias Agropecuar­ias (UNC) e integrante del Servicio Técnico de tractores de CNH Industrial, en la planta que la compañía tiene en la ciudad de Córdoba.

Durante la jornada en Manfredi tuvo a su cargo un taller de entrenamie­nto táctico para los operadores de mixer, durante el cual puso el acento en la necesidad de armonizar la relación entre el tractor y el implemento, a partir de un adecuado dimensiona­miento de sus integrante­s.

“Por lo general, el productor asocia en primera instancia el tamaño de un mixer con la cantidad de animales a los cuales debe alimentar. Pero necesitamo­s conocer cuál será su demanda de torque, que es diferente a la potencia para, a partir de ahí, definir cuál será la potencia del tractor”, explicó Petit. En mecánica se entiende por torque a la fuerza que hace rotar o girar una cosa.

CON EL USO DE UN PAR DE ENGRANAJES DE MENOR VELOCIDAD PARA EL TRASLADO Y LA DESCARGA, EL MIXER PUEDE REDUCIR EL CONSUMO DE GASOIL.

Al momento de tener que comprar un mixer, Pablo Petit recomendó a los productore­s consultar al vendedor por la demanda de torque que tiene el implemento más que por la potencia recomendad­a. En función de ese punto será el tamaño del tractor. “Sucede que el requerimie­nto de torque máximo es un dato que no aparece en la informació­n técnica disponible en la ficha que proporcion­an los fabricante­s”, advirtió el docente de la cátedra de Maquinaria Agrícola de la Facultad de Ciencias Agropecuar­ias (UNC).

Durante el taller que dictó en Manfredi, el técnico aseguró que para un mejor desempeño conjunto, el mixer y el tractor deben estar equipados con múltiples relaciones de transmisió­n en la toma de fuerza, de tal manera que permitan compatibil­izar la demanda de torque del implemento con el que tiene disponible el impulsor.

A partir de la caracteriz­ación del material (kilos cargados y humedad) a mezclar y a distribuir en los comederos, la utilizació­n de la caja de dos velocidade­s (alta y baja), que viene de manera opcional en los mixers, se puede manejar de manera más adecuada la demanda de torque.

“Es fundamenta­l cuando se tienen tractores de mediana potencia”, agregó Petit.

Sugerencia­s

A modo de recomendac­ión, el docente indicó que para las cargas totales de los mixers se pueden utilizar “el par de engranajes que nos da la mayor velocidad de rotación hasta la mitad de la carga y luego cambiar por el par de engranajes que nos da la menor velocidad para completar la carga”.

Ese mismo par de engranajes se pueden utilizar para trasladar el mixer hasta los corrales de distribuci­ón y así evitar que se compacte la carga por efecto del tránsito. La lista de sugerencia­s incluyó llevar a cabo la distribuci­ón de las raciones con el par de engranajes de menor velocidad.

Menor consumo

Por tratarse de una sociedad que tiene un gran protagonis­mo en los planteos intensivos de producción de leche y de carne, lograr reducir el consumo de combustibl­e del mixer y el tractor puede aportar sus beneficios.

Como parte de la capacitaci­ón ofrecida, Petit presentó un ejemplo sobre cómo se puede bajar el gasto en gasoil en las tareas que a diario realizan el mixer y el tractor. El ensayo, que tuvo dos configurac­iones, se realizó en un tambo e incluyó en cada una la confección, traslado y suministro de 5.000 kilos de ración.

Durante los 57 minutos que duró el proceso, desde la carga del rollo de heno hasta el regreso del equipo al patio de comidas, la primera de las configurac­iones tuvo un consumo de potencia de 35 revolucion­es por minuto (RPM). Toda la secuencia demandó 7,70 litros de combustibl­e.

La segunda opción incluyó la incorporac­ión de una caja de velocidade­s en el mixer, que funcionó en baja durante el traslado del equipo a los lugares de carga y la descarga de la ración. A diferencia de la primera experienci­a, en la cual la potencia fue constante, en la segunda configurac­ión la potencia utilizada en el traslado y la descarga fue de 18 RPM (la mitad). A partir de este ajuste, el consumo de combustibl­e se redujo en un litro.

“Si tenemos en cuenta que en un tambo se pueden llegar a realizar hasta 10 viajes por día, durante todo el año, con el uso de un par de engranajes de menor velocidad para el traslado y la descarga, el gasto en gasoil se puede reducir en 65 mil pesos al año”, precisó Petit. El monto ahorrado en gasoil es mayor al costo que tiene en el mercado una caja de dos velocidade­s para el mixer.

La eficiencia puede mejorar con una mejor distribuci­ón del patio de comida y con una reducción en las distancias a transitar.

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(LA VOZ) Dinámica. Demostraci­ones de confección de raciones para carne y leche durante la Octava Jornada Nacional de Forrajes Conservado­s, el pasado miércoles, en el Inta Manfredi.
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 ?? (LA VOZ) ?? En yunta. El uso del tractor y del mixer se ha convertido en pieza estratégic­a dentro de los planteos intensivos de carne y leche.
(LA VOZ) En yunta. El uso del tractor y del mixer se ha convertido en pieza estratégic­a dentro de los planteos intensivos de carne y leche.

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