AgroVoz

La cosecha del agua

En el departamen­to Tercero Arriba, el consorcio Santa Catalina prevé ejecutar 18 nuevos microembal­ses en campos de productore­s.

- Carlos Petroli cpetroli@lavozdelin­terior.com.ar

Inclinado sobre el voluminoso rastrojo que cubre todo el ambiente con sus cañas, hojas y marlos, Guillermo Rossiano extrae uno de los tallos para dejar a la vista un terrón húmedo y oscuro alrededor de las raíces secas del maizal.

El colchón vegetal con los tallos verticales que quedaron cortados a unos 50 centímetro­s de altura con el paso de la cosechador­a forma parte del paisaje corriente en un sistema de siembra directa, con sus respectiva­s rotaciones. Con esta matriz, los potreros contiguos alternan con otros rastrojos de sorgo, un cultivo de cobertura de avena sembrada en forma aérea sobre maíz (ahora también convertido en rastrojo) y cultivos de trigo que empieza a emerger en lotes escogidos con un manejo de terrazas para retener el agua.

Rossiano es ingeniero agrónomo, productor agropecuar­io y titular del consorcio de conservaci­ón de suelos Santa Catalina, en el departamen­to Tercero Arriba, en el centro norte de Córdoba. Se trata del primer consorcio de conservaci­ón de suelos que ha quedado acreditado con el nuevo registro que puso en marcha este año el Ministerio de Agricultur­a en la Provincia.

Tratándose de la fecha que marca el calendario (hoy, 7 de julio, Día Nacional de la Conservaci­ón de Suelos), las imágenes en el campo de Rossiano, cerca de Colonia Almada, proponen un homenaje a Hugh Hammond Bennet, el histórico creador del Servicio de Conservaci­ón de Suelos estadounid­ense e inspirador de la efemérides conservaci­onista en la agricultur­a argentina.

Gestión asociativa

El manejo de las rotaciones compone la versión “tranqueras adentro”, pero la actividad del consorcio, del que forman parte varios productore­s, comprende asignatura­s de carácter asociativo, con apoyo económico y logístico de la Provincia: trabajos hidráulico­s y viales, construcci­ón de microembal­ses para el manejo del agua en la cuenca, servicios a productore­s y comunidade­s.

Con su nuevo estatus jurídico, los consorcios de suelos podrán registrars­e, gestionar su número de Cuit, funcionar como una empresa o contratist­a, recibir fondos de la Provincia, operar en red con los consorcios camineros, e incluso prestar y facturar servicios a terceros.

Como paso previo a la recorrida para observar toda esta ingeniería (la cuenca abarca más de 35 mil hectáreas entre la ruta nacional 36 y la provincial E-79), Rossiano muestra el manejo en el campo familiar, el cual –asegura– cumple con los requisitos para acceder a los incentivos del Programa de Buenas Prácticas Agropecuar­ias que lanzó la cartera rural provincial.

“Cumplimos con la capacitaci­ón, con la participac­ión en un consorcio (la pata asociativa), con la ley de agroquímic­os, con el plan de rotaciones y con la incorporac­ión de gramíneas en la rotación”, enumera ante Agrovoz.

También exhibe un área arbolada en la zona del casco del establecim­iento, la que prevén enriquecer y ampliar con nuevas especies en el marco de la ley de forestació­n que impulsa la Provincia. Planteo agrícola

La estrategia agrícola en el campo de los Rossiano comprende la reposición de nutrientes en la rotación y un pequeño plus para la reconstitu­ción de los suelos. Sorgo, maíz y trigo tienen una aplicación de 100-120 kilos de fosfato diamónico a la siembra, más la aplicación de nitrógeno. “En una rotación al 33 por ciento, para rindes normales, con ese nivel de fertilizac­ión estamos cubriendo lo que se lleva el cultivo”, dice Guillermo.

La rotación comprende sorgomaíz-soja de primera; trigo-soja de segunda. “En febrero –describe–, cuando el maíz estaba llenando grano hicimos dos lotes con una siembra aérea de cobertura, 40 kilos de avena por hectárea. La finalidad es anclar el rastrojo y a la vez competir con la maleza invernal que está emergiendo, de manera de llevar el control un poco más adelante, además de fijar carbono y el efecto de la alelopatía entre cultivos. En julio o agosto, cuando la avena ya empieza a encañar, haremos un barbecho químico para secar el cultivo de cobertura y la maleza que haya podido quedar. Y este lote va a soja de primera”.

El esquema de protección de cultivos también echa manos de la rotación de principios activos y de corte de ciclos de malezas y plagas, dirigidos a facilitar el control. Cosechar el agua

Con las terrazas donde se implantó el trigo, el objetivo es no permitir que el agua salga del lote. En este caso son terrazas a nivel, sin descargas. Toda el agua que caiga en el lote tiene que infiltrar. Si bien puede haber algo de escurrimie­nto, no irá mucho más allá de la terraza.

El manejo del agua en esta región semiárida implica atacar una pendiente importante: “Desde Corralito a la estancia Santa Catalina tenemos 90 metros de desnivel”, dice el ingeniero agrónomo Miguel Cuenca, coordinado­r técnico del consorcio.

Como concepto del manejo hídrico e hidráulico, Cuenca establece una diferencia­ción: el agua que cae en cada campo se considera “agua privada”, con lo que las terrazas y canales para el manejo del agua interna de cada campo está a cargo de cada productor.

A la vez, cuando hay excedentes que salen y pasan a otros campos y a los caminos, rutas y áreas pobladas, el agua pierde identidad y se transforma en agua pública: el manejo debe hacerse con obra pública y por esto la Provincia destina fondos del área de Recursos Hídricos y maquinaria adquirida por el Ministerio de Agricultur­a.

“Hacemos un trabajo en conjunto con los consorcios camineros; gran parte de los levantes (para ejecutar los microembal­ses) están en los caminos; sacamos el agua del camino y levantamos el camino. En este trabajo nos apoya Vialidad y los consorcios camineros”, relata el técnico.

Las rotaciones, terrazas y sistematiz­ación de escurrimie­ntos del agua suman en lo agronómico, en lo económico y en el ordenamien­to de la cuenca. “Entonces, el margen bruto es diferente; hemos logrado hasta 10 quintales de diferencia en sojas de primera versus lotes similares en condición de monocultiv­o”, dice Rossiano.

Cosechar agua es cosechar granos, remarcan como lema los integrante­s del consorcio. Y no sólo se trata de administra­r excedentes, sino cuando este insumo crítico escasea. Un momento crucial para que se active el esquema de ordenamien­to es durante la lluvias de primavera, cuando los suelos están desnudos y se producen las tormentas convectiva­s más intensas.

En tiempos de déficit hídrico también es necesario “cosechar” el agua. “Este año para nosotros ha sido un año seco, tuvimos 570 milímetros entre julio del año pasado y junio de este año. Estuvimos unos 200 milímetros abajo del promedio histórico, con varios momentos secos y los cultivos sufrieron bastante”, recuerda Rossiano.

A la vez, hubo un par de eventos con tormentas que superaron los 100 milímetros y, en ese caso, los lotes sistematiz­ados tuvieron una muy buena respuesta, porque no hubo salidas de agua. El diseño y la dimensión de las terrazas permitió amortiguar y sacar provecho de esa intensidad de los aguaceros.

Con el nuevo estatus jurídiCo, reCibiremo­s fondos del presupuest­o, Como los ConsorCios Camineros. Guillermo Rossiano, presidente del consorcio Santa Catalina Con los miCroembal­ses soluCionam­os el problema de los Campos y también el de los Caminos. Miguel Cuenca, coordinado­r técnico del consorcio Santa Catalina

 ??  ?? Cobertura. Guillermo Rossiano en un lote sembrado con avena para cobertura sobre maíz, en su campo cerca de Colonia Almada.
Cobertura. Guillermo Rossiano en un lote sembrado con avena para cobertura sobre maíz, en su campo cerca de Colonia Almada.
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 ?? (LA VOZ) ?? Microembal­se. Construcci­ón del terraplén y conducto de descarga en uno de los establecim­ientos agropecuar­ios de Tercero Arriba.
(LA VOZ) Microembal­se. Construcci­ón del terraplén y conducto de descarga en uno de los establecim­ientos agropecuar­ios de Tercero Arriba.
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Cabecera de cuenca. Sector de descarga en una vía principal de escurrimie­nto.
 ??  ?? Alteo de camino. Uno de los bordes del microembal­se permite sacar el agua del espacio vial.
Alteo de camino. Uno de los bordes del microembal­se permite sacar el agua del espacio vial.
 ??  ?? Equipo. Rossiano, Cuenca, Carlos Maldonado –contratist­a– y el ingeniero Mariano Pasquero.
Equipo. Rossiano, Cuenca, Carlos Maldonado –contratist­a– y el ingeniero Mariano Pasquero.
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Trigo en terrazas. El objetivo es contener el agua en el lote y lograr su máximo aprovecham­iento.
 ??  ?? Rastrojo de maíz. Cobertura vegetal en un lote en siembra directa que irá a soja de primera.
Rastrojo de maíz. Cobertura vegetal en un lote en siembra directa que irá a soja de primera.
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En obra. El consorcio construye 18 microembal­ses en campos con fondos de la Provincia.
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