Picadas perimetrales: cómo prevenir incendios en los campos
En función del cuidado del ambiente y las buenas prácticas agropecuarias, la Sociedad Rural de Jesús María recomendó a sus asociados la ejecución y mantenimiento de picadas perimetrales en el interior de sus establecimientos productivos. Dichas obras son útiles para prevenir potenciales incendios, evitar el paso del fuego y favorecer el combate directo.
En términos administrativos, los productores y dueños de campos quedan autorizados para realizar tales tareas de prevención con la sola presentación de una declaración jurada en cualquier oficina de Rentas de la Provincia. Se recordó que la realización y mantenimiento de infraestructuras de prevención y control de incendios está contemplado en la actual Ley 9.814, como una actividad para el cuidado de los bosques nativos.
Beneficios. Se define como Picadas Perimetrales (PP), a las franjas de entre seis y 15 metros de ancho inmediatas al alambrado y desprovistas de cualquier tipo de vegetación, en especial en las épocas de mayor riesgo de incendios. La función de estas picadas consiste en mantener el alambrado perimetral, prevenir incendios o detenerlos mediante contrafuegos, para facilitar el movimiento de vehículos, personal y material, principalmente en las operaciones de lucha contra el fuego. En otras palabras, sirven para interrumpir la continuidad de la vegetación o material combustible,
lo que permite detener fuegos superficiales.
Requisitos. Es obligación y responsabilidad del propietario del campo la construcción y el mantenimiento de Picadas Perimetrales (PP). Al realizarlas, se deberán respetar los ejemplares arbóreos, que superen los 10 ó 15 centímetros de DAP (diámetro altura al pecho).
Deberán permanecer libres de materiales vegetales combustibles, especialmente en la época de mayor riesgo de incendios, a excepción de cultivos en estado vegetativo o vegetación espontánea que por sus características no pueda entrar en ignición, como por ejemplo, verdeos y cactáceas.
Deberán estar en ambos lados del alambrado para que cumplan eficientemente su función.
El ancho de las picadas dependerá, entre otras variables, de la vegetación (altura, composición, cobertura, manejo del bosque), la pendiente, los vientos (dirección, época de ocurrencia, intensidad), ocurrencia de incendios, condiciones climáticas y proximidad de cursos y cuerpos de agua.