Se larga la campaña y se habla de menor área sojera

–Esta semana, compañero don Productivo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio a conocer sus primeras estimaciones de siembra y cosecha 2017/2018 durante un encuentro realizado en su sede porteña y apareció en el horizonte un dato que más de uno, desde el lado de la industria, los exportadores y los propios productores irán masticando con el correr de los días.

–Vaya al grano, camarada, porque me interesa y le voy preparando los amargos.

–En ese ámbito, el jefe de Estimaciones Agrícolas de la entidad bursátil, Esteban Copati, fue el encargado de dar a conocer las cifras, que sorprendieron al ubicar al área de soja en 18,1 millones de hectáreas, lo que significa 1,1 millones menos que las 19,2 millones de la campaña 2016/17 y la menor superficie de las últimas seis temporadas.

–Lo había visto entre las noticias que fue publicando Agrovoz durante la semana.

–También conviene que le cite, que en ese lanzamiento simbólico de la campaña, el climatólogo Eduardo Sierra mencionó que, dadas las previsiones climáticas, se puede estimar que “se va a poder plantar una zona grande” y la muy probable llegada del fenómeno de La Niña da un “escenario que permitirá tener una buena cosecha”.

–Habría que ver entonces cómo se distribuye la canasta de cultivos, porque si el clima acompaña ya es un factor que juega a favor de la producción...

–Justamente, el amigo Copati ratificó las previsiones de siembra récord para el maíz; la superficie crecería a 5,4 millones de hectáreas, lo que supondría una producción potencial de entre 41 millones y 44,5 millones de toneladas de granos con destino comercial, para superar el máximo histórico que se alcanzó en la última campaña, de 39 millones de toneladas.

–¿Y qué otros números ofrece esta primera proyección de la Bolsa porteña?

–Sumando al resto de los cultivos extensivos, el área agrícola nacional llegaría en este ciclo en curso a 32,4 millones de hectáreas, lo que significa una contracción de 500 mil hectáreas frente a la temporada anterior, producto fundamentalmente de las inundaciones que afectan a vastas zonas del país, sobre todo al corazón productivo de Buenos Aires.

–¿Y cómo viene la perspectiva climática?

–Según el ingeniero Sierra, para octubre se prevén heladas en todo Buenos Aires, para noviembre heladas en el sudeste bonaerense; para diciembre un mes muy cálido, el más cálido de la temporada. En el verano van a empezar a bajar los anegamientos. No parece tan caluroso, pero con heladas tempranas a fines de marzo, lo que da un riesgo térmico por bajas temperaturas al inicio del otoño. Con la llegada de la Niña, el otoño va rendir bien en toda la zona del oeste semiárido.