Pilotos para manejar en el agua
Productores enrolados en la conservación de suelos, la red caminera y los canales pondrán en marcha un consorcio integral en Tercero Arriba.
El camino rural tiene su historia, según recuerdan los memoriosos. Por su traza pasó en 1948 una etapa de la legendaria carrera de autos de Turismo Carretera que unió Buenos Aires con Caracas, Venezuela.
Pero en los últimos 30 años, la erosión hídrica le ha quitado transitabilidad y uso, al punto de haberlo convertido en una cárcava que en algunos lugares está hasta cuatro metros por debajo del nivel de los campos. La imagen aparece es en la zona de Las Isletillas, en el oeste del departamento Tercero Arriba. Una cuenca de más de 70 mil hectáreas que desde su orografía está integrada por los arroyos Cabral y Tegua y el río Ctalamochita y donde la influencia de la napa varía desde los 18 metros de profundidad hasta los 80 centímetros. Todo dentro de una pendiente que baja casi 300 metros en una distancia de 50 kilómetros.
En ese ambiente, Oscar Torti se dio cuenta hace varios años de que la única forma de evitar el escurrimiento del agua de lluvia era contenerla en el propio campo. Por eso comenzó hace más de 10 años con la construcción de terrazas en su establecimiento Don Enrique.
Plan piloto
El consorcio de conservación de suelos de Las lsletillas, del cual Torti es su presidente, junto a otros cuatro consorcios del mismo tipo y a los 17 camineros que integran la regional 14, con sede en Hernando, está siendo protagonista de un plan piloto en la provincia.
Con el apoyo del Ministerio de Agricultura, los productores que los integran están con la idea de conformar un consorcio integrado que tendrá como objetivo la planificación y ejecución de las obras en los caminos, canales y conservación de suelos a nivel predial.
“Hicimos la propuesta y encontramos en el ministro Sergio Busso y en su equipo toda la predisposición para poner en marcha esta iniciativa”, explicó Diego Benso, presidente de la regional 10 de los consorcios caminero de Tercero Arriba, durante una visita que Agrovoz realizó al establecimiento Don Enrique. Allí, productores y técnicos que están gestando la iniciativa comentaron sus alcances.
Convencimiento
Con la premisa de sumar voluntades, en especial de aquellos productores ubicados aguas arriba, el consorcio integrado tendrá como objetivo la planificación de las obras prediales, en caminos y en canales dentro de un sistema. No sólo para optimizar las tareas, sino también los recursos.
Los que comenzaron a tirar del carro fueron los consorcios de conservación de suelo. Ahí es donde el proyecto tiene su mayor masa crítica. Pablo Ruiz Moreno, gestor del consorcio Cuenca Las Isletillas de Estudios Hídricos (Clideh) explicó que las tareas comenzaron en 2005 cuando, junto a Humberto Amaya, acercaron un estudio integral de la cuenca de 74 mil hectáreas, que finalmente fue financiado por un grupo de productores.
“Esto permitió que muchos productores comenzaran a realizar obras en sus propios establecimientos, con el objetivo de contener el agua en sus predios y evitar que el escurrimiento se llevara los caminos”, recordó Ruiz Moreno.
Actualmente, el consorcio tiene 10 mil hectáreas sistematizadas y sigue sumando superficie en los campos de los productores.
ADEMÁS DE PLANIFICAR OBRAS, EL CONSORCIO INTEGRAL PERMITIRÁ OPTIMIZAR EL USO DE MAQUINARIAS Y DE LOS FONDOS. Diego Benso, titular de la Regional 10 de consorcios camineros
LOS PRODUCTORES DEBEMOS DEJAR DE SER INDIFERENTES A LA REALIZACIÓN DE OBRAS DE CONSERVACIÓN DE SUELOS. Oscar Torti, propietario del establecimiento Don Enrique
TODO LO QUE SE HAGA EN LOS CAMPOS EN CONSERVACIÓN DE SUELOS ES MENOS AGUA QUE LLEGA A LOS CANALES. Ariel Pilotto, vicepresidente del consorcio Clideh
EL OBJETIVO DEBE SER EL ORDENAMIENTO DEFINITIVO DE LA CUENCA HÍDRICA Y DE LA RED CAMINERA DE LA REGIÓN. Pablo Ruiz Moreno, gestor del consorcio Clideh
EL PROBLEMA DE LA EROSIÓN ES TRANSVERSAL. PARA SU SOLUCIÓN HAY QUE LOGRAR UNA UNIDAD DE COORDINACIÓN. Guillermo Rossiano, integrante del consorcio Santa Catalina
En la zona ya hay antecedentes de trabajo conjunto entre los consorcios. Fue durante la inundación del 28 de diciembre de 2014 en Hernando cuando, según recordó Miguel Cuenca, asesor técnico del consorcio Clideh, el equipamiento que había recibido un consorcio de conservación de suelos en Corralito se utilizó para reconstruir 78 kilómetros de caminos en la zona afectada.
“Las máquinas que se utilizan para la conservación de suelos por lo general están paradas durante el verano, cuando los campos están sembrados con los cultivos estacionales, y durante esa época se pueden utilizar para mantener los caminos”, sostuvo Ariel Pilotto, vicepresidente del consorcio Clideh y representante por la comuna de Las Isletillas.
La construcción de diques en la zona tiene su brazo ejecutor en la Secretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, donde los productores destacan el acompañamiento de los funcionarios Edgar Castelló y Juan Pablo Barda.
También en el departamento Tercero Arriba, en una cuenca que arranca sobre la ruta 36 entre Las Bajadas y San Agustín y llega hasta Colonia Almada, Guillermo Rossiano tiene mucha experiencia en la conservación de suelos como estrategia para parar la erosión hídrica. Es integrante del consorcio Santa Catalina, que comenzó hace 20 años a estudiar la sistematización de la región.
“Los primeros diques los construimos en 2007 los propios productores, a una distancia de 40 kilómetros aguas arriba”, sostuvo Rossiano, quien destacó la importancia de contener el agua en los campos para evitar su escurrimiento a través de la pendiente natural.
Al proyecto de consorcio integral en la zona de Hernando le resta la conformación de los consorcios canaleros. “En la zona tenemos 60 kilómetros de canales que hay que mantener”, dimensionó Benso.
Por la disposición de la cuenca, una propuesta de división política sería armar los consorcios canaleros al norte de la ruta provincial 10, y dejar hacia el sur a los de conservación de suelos. Estos serían los encargados de que los canales reciban menos agua.