Entrevista al presidente de la SRA, Daniel Pelegrina.
Para el titular de la Sociedad Rural Argentina, este tributo se coparticipa entre las regiones. “El Presidente ha entendido esto y por eso ratificó el rumbo” sobre las retenciones, dice.
“NECESITAMOS UN MARCO DE ESTABILIDAD MACROECONÓMICA; LO QUE ESTÁ PASANDO CON LATAS A DE INTERÉS ES UNA GRAN PREOCUPACIÓN”.
Junto con sus hermanos, Daniel Pelegrina explota un campo en el partido de Chacabuco, en el norte bonaerense, ahora enfocado en agricultura de alta producción. Durante el kirchnerismo, “en una época de muchas intervenciones”, abandonaron el tambo y dejaron la estructura para reactivarlo “cuando se den las condiciones”, menciona en diálogo con Agrovoz.
Desde octubre de 2017, Pelegrina reemplaza a Luis Miguel Etchevehere como presidente de la Sociedad Rural Argentina y encabeza la lista del oficialismo (la otra lleva como candidato a Alberto Ruete Güemes) con vistas a renovar la comisión directiva en septiembre próximo. Su agrupación promete “desplegar las velas” de una entidad federal y moderna, “mirando al futuro”; a la vez, pone el acento en el apoyo de la SRA al rumbo elegido por el Gobierno y en contar con estabilidad macroeconómica para que el país crezca.
–Después de 28 años, la Rural tendrá dos opciones para su presidencia. ¿Cuáles son las propuestas para que su lista sea ratificada en la conducción?
–Justamente, buscamos ratificar este liderazgo; como un buque insignia, tenemos que desplegar las velas para darle toda la potencia; seguir con esta representación firme en la acción gremial, opinando con fundamento y tratando de llevar propuestas. Es un trabajo de equipo, tenemos una comisión que está muy bien representada, muy federal, organizada en todas las provincias y con líderes que son fuertes. Mirando siempre el futuro para modernizarnos, pero con respeto por lo pasado porque la Rural acaba de cumplir 152 años; esta es una riqueza institucional que tenemos que aprovechar. Hay que hablar, porque de la diversidad surge la riqueza de opiniones; trabajar con todos nuestros delegados, comités técnicos, con nuestro consejo federal, que son muchas Rurales y las asociaciones de las distintas razas; también en coordinación con las otras entidades de la Mesa de Enlace y de las cadenas por producto; y con otras organizaciones internacionales.
–¿Qué acciones deberían llevar adelante las entidades para financiar su actividad técnica, gremial o de capacitación?
–Es una necesidad clara, que permanentemente compartimos porque representamos en exceso a muchos más productores de los que están sosteniendo nuestras instituciones. Hay que buscar que todos contribuyan.
–¿Qué temas referidos a Córdoba viene a tratar en su visita (este viernes) en la Sociedad Rural de Jesús María?
–Siempre escucho mucho lo que nos dicen nuestros directores y delegados zonales. Esta reunión es para traer las novedades de la institución y escuchar; hay comunes denominadores como la situación de la ganadería y de la lechería, la ley de bosques, sobre los cuales interactuamos para avanzar con soluciones.
–Después de la devaluación, hubo presiones para que el Gobierno rectificara la baja de las retenciones. ¿Macri redobla su apuesta por una mayor producción del agro?
–Claramente, coincide con nuestra visión; por eso sostenemos este rumbo, la reinserción de la Argentina en el mundo es fundamental. Yo soy presidente de la Federación Panamericana de Lechería, y trabajamos en esto porque la Argentina necesita del mundo para poder crecer y exportar más. Venimos trabajando en las mesas que nos propone el Gobierno para encontrar cuáles son los cuellos de botella. Creemos en un modelo de desarrollo de las regiones y en el federalismo sostenido en el Impuesto a las Ganancias, que es coparticipable, queda en las regiones y no solo va al gobierno central. El Presidente ha entendido esto y por eso ratifica este rumbo, que nosotros acompañamos. Más del 80 por ciento de lo que invertimos queda asentado en las regiones y en la mano de obra asociada a ese movimiento, y es la contribución que el campo puede hacer.
–¿Qué está faltando en materia de política agropecuaria?
–Primero, necesitamos un marco de estabilidad en la política macroeconómica, vital para cualquier actividad. Los vaivenes no nos benefician; lo que está pasando con la tasa de interés es una gran preocupación, porque no se puede evolucionar ni hacer inversiones de largo plazo. Otro tema es el de la presión impositiva, porque Argentina queda descolocada respecto de sus competidores. El único camino es reducir el déficit fiscal y el gasto público innecesario, que también permitiría controlar la inflación. Hay que cambiar la matriz del transporte para ir a una ecuación más económica con los ferrocarriles, y la infraestructura básica para que la gente se quede en el interior.
–¿Cómo ve el panorama de las inversiones luego de la recalificación de Argentina como país emergente y del acuerdo de préstamo con el FMI?
–Esperamos que el crédito del FMI sea bien utilizado para ordenar la macroeconomía y ajustar el gasto público innecesario. El grado de inversión es un respaldo que nos está dando el mundo en esta ruta que se está queriendo seguir. Son enfoques financieros que terminan repercutiendo en una baja del riesgo país, mejor tasa de interés, y en un aumento de la financiación que va a beneficiar a los productores. Si esto permite que vengan inversiones financieras se producirán también inversiones productivas. El sistema financiero tiene que crecer y tiene que haber nuevos instrumentos para las inversiones que necesitamos desde la producción; eso es clave.