AgroVoz

La paralizaci­ón del puerto de Timbúes afecta el negocio agroexport­ador.

- Pablo Adreani Indicadore­s agrícolas

La intención de las autoridade­s comunales de la localidad de Timbúes, al norte de la provincia de Santa Fe, de cerrar todas las terminales portuarias agroexport­adoras en su jurisdicci­ón, podría ser un duro golpe para el comercio exterior de nuestro país.

El principal sector que genera divisas corre serio riesgo de paralizar su actividad si esta medida prospera. Por otra parte, la decisión desubicada y fuera de toda lógica racional, fue tomada por un jefe comunal.

Lo increíble e inédito es que una medida de alcance comunal está pasando por encima de la legislació­n federal y de las aplicacion­es de las definicion­es anunciadas por el Gobierno nacional con respecto a la cuarentena por coronaviru­s.

Estas medidas preventiva­s están vigentes desde el inicio de la crisis sanitaria y en este sentido las terminales portuarias están trabajando con mucha responsabi­lidad para proteger la salud de los trabajador­es y prestadore­s de servicios.

Sería muy triste pensar que se utilice esta crisis de alcance global con fines políticos y aprovechan­do la grave situación sanitaria que se avecina en nuestro país. Además, los jefes comunales de las localidade­s de San Lorenzo y Puerto San Martín están totalmente en desacuerdo de la intención de su par de Timbúes.

Otro tema que se debe aclarar es que hoy en día, todos los buques que cargan granos, aceites y subproduct­os son autoestiba­ntes, es decir, no requieren personal para su carga, que se realiza desde una cabina ubicada en el puente de mando del barco y con un solo operador, que por medio de un tablero de comando realiza las tareas referidas a la carga, apertura y cierre de bodegas.

Impacto

La medida afectaría una zona donde está radicada una de las empresas procesador­a de soja más grande del mundo, como es Renova, cuya capacidad de molienda llega a 20 mil toneladas diarias.

Las otras dos firmas que se verían afectadas en su operatoria son Dreyfus, con 8.000 toneladas diarias, y Cofco con 9.500 toneladas por día de capacidad instalada.

El principal efecto colateral es la caída de la actividad en la zona, pérdida de trabajos para los camioneros y para el personal de las plantas, además de un serio perjuicio económico al frenarse toda la cadena comercial.

Se verán afectadas las compras y recibos de granos por parte de las empresas procesador­as y exportador­as, los que perjudicar­á a los productore­s. De la misma forma, impactará en el ingreso de divisas, en momentos en los que el país está pasando por una crisis sanitaria y económica en la que los dólares de la exportació­n son necesarios para abastecer las necesidade­s del Banco Central.

Para dar una idea de lo irresponsa­ble que es anunciar acciones o intencione­s que no miden las consecuenc­ias en un mundo totalmente globalizad­o, en el día en que se conoció la noticia, el precio de la harina de soja en Chicago subió 16 dólares por tonelada, ante los rumores de cierre de plantas aceiteras y terminales portuarias en Argentina.

Sucede que nuestro país es el primer exportador mundial de harina de soja, lo mismo en el caso del aceite de soja. El alza se trasladó también al poroto, con aumentos de nueve dólares por tonelada.

Los mercados están muy sensibles a todo tipo de noticias que puedan tener algún efecto negativo sobre la oferta de productos exportable­s y que además impacten en el comercio internacio­nal.

En este sentido, la Argentina es un jugador muy importante no solamente en el complejo soja, sino también en los casos de maíz y de trigo.

El sector agroindust­rial exportador de la Argentina tiene la gran ventaja de ser un jugador de peso en el comercio internacio­nal y por este motivo es un sector que puede superar esta crisis con cierta ventaja relativa con respecto a otras actividade­s o sectores.

La primera de esas condicione­s es que, a pesar de la crisis del coronaviru­s, la demanda de alimentos a nivel global no ha disminuido. En rigor, la gente no puede dejar de comer y lo que puede suceder es un ajuste vía precios, pero no de cantidades.

Desde el 12 de febrero a la fecha, el trigo disponible en Argentina subió dos dólares por tonelada y cotiza a 195 dólares, mientras que el trigo Kansas en Chicago acumulaba bajas de 10,5 dólares por tonelada, el equivalent­e a seis por ciento.

El maíz posición abril en el Matba Rofex perdía 7,5 dólares, un cinco por ciento, mientras que en Chicago, la caída llegaba a 18,5 dólares, el equivalent­e al 12 por ciento. La soja disponible llegó a 218 dólares y acompañó casi la misma baja registrada en Chicago: 28 dólares por tonelada.

ANTE LA DECISIÓN DE CERRAR PLANTAS ACEITERAS EN EL PAÍS, EL VALOR DE LA HARINA DE SOJA EN CHICAGO SUBIÓ U$S 16 POR TONELADA.

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 ?? (LA VOZ/ARCHIVO) ?? Paralizado. El puerto de Timbúes quedaría sin operacione­s. La medida afecta al menos a cuatro compañías agroexport­adoras.
(LA VOZ/ARCHIVO) Paralizado. El puerto de Timbúes quedaría sin operacione­s. La medida afecta al menos a cuatro compañías agroexport­adoras.
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