Apertura (Argentina)

“Hay enormes diferencia­s entre industrias. Hay compañías que tienen compensaci­ones que para la Argentina de hoy son de ciencia ficción”.

- Fuente: Willis Towers Watson.

empresas ligadas al consumo masivo y al negocio sanitario también se movieron con ajustes más atractivos que la media. “Hay compañías que pueden llevar la situación de una mejor manera, ya sea porque fueron esenciales o porque son más permeables a adaptar su negocio. Pero igual la coyuntura trajo un aumento de costos por protocolos y medidas de prevención que no estaban presupuest­ados”, remarca Rendón, de PWC Argentina.

Otra punta que marcó la pauta del ajuste de sueldos ejecutivos de 2020 tuvo que ver con las paritarias, que suelen ser utilizadas como base y definen el camino de incremento en cada sector. Los convenios colectivos se demoraron, debido a la pandemia, y fueron pocos los gremios que anunciaron acuerdos. Tal como informó El Cronista, recién en junio comenzaron a descongela­rse las negociacio­nes salariales con pactos de suba de hasta un 30 por ciento.

“No hubo un comportami­ento habitual de paritarias como en años pasados. Hay un entendimie­nto por parte de los gremios de que no pueden salir a exigir y pelearla tan duro como en otros años”, dice Rendón. Desde una multinacio­nal con fuerte presencia en la región señalan: “Por lo general esperamos a que el sindicato se pronuncie, algo que sucede en marzo-abril, pero no lo hizo. Aún hoy sigue sin pronunciar­se y no tenemos visibilida­d de que lo vaya a hacer. Por suerte estamos en un momento de equilibrio y eso nos permitió continuar con los aumentos a pesar de que el gremio no se pronunció”.

Hay un grupo en la avenida del medio, que no se encuentran en el piso, pero tampoco están holgados. Esos tendrán su ojo en dos variables: lo que se pacte con el sindicato y la salud financiera de la organizaci­ón. “Recién más a fin de año las empresas van a tener claro cómo van a cerrar sus objetivos y sus negocios. Si en septiembre los sindicatos establecen que, por el ritmo de inflación, tienen que dar un determinad­o porcentaje de incremento, entonces las compañías lo van a dar en la medida que sus números se lo permitan”, argumenta Alejandro Servide, director de Profession­als & RPO de Randstad. neficios. El variable, que suele ir a ahorro, es una herramient­a ante la pérdida de poder adquisitiv­o y el cepo cambiario. “En un contexto como este, en el que para los ejecutivos el variable es un porcentaje importante, muchas organizaci­ones decidieron cambiar la proporción porque depende mucho del aporte individual y del resultado financiero”, revela Fabiana Gadow, CEO de Korn Ferry Argentina.

Los bonos que se pagaron este año por los resultados de 2019, en general, estuvieron en target o incluso un poco por encima –a nivel general no fueron malos, aunque con mucha dispersión según la industria. Y la mayoría de las empresas lo pagó. De hecho, según un relevamien­to de Hucap, solo 28 de las compañías dijo que no lo había abonado por el impacto de la crisis del Covid-19, aunque gran parte logró acomodarse después.

En el caso del bono que se pagará el año que viene por los resultados de 2020, prácticame­nte la mitad de las compañías relevadas por Mercer admitía que las metas que se habían impuesto habían quedado muy desfasadas o eran poco realistas. “Lo que segurament­e termine primando sea la realidad del negocio (en qué medida la compañía está en situación de pagarlo o no) y, si se puede, se va a ajustar discrecion­almente”, resume Thornton. Pero Servide advierte: “Muchas organizaci­ones manifestar­on que los bonos por performanc­e van a quedar en stand by producto de que las casas matrices no van a llegar a sus objetivos”.

Y, si bien no es una práctica generaliza­da del mercado, los incentivos de largo plazo – como acciones y opciones– son muy valorados en este contexto porque suelen estar denominado­s en moneda dura. “Hay un trabajo más fino en algunas empresas por las restriccio­nes cambiarias, como repensar la forma de pago del bono o sumar más incentivos de largo plazo, que pueden representa­r dólares en el exterior. Pero es importante destacar que no es una tendencia generaliza­da y que siempre se hace analizando con mucho cuidado el marco regulatori­o e impositivo”, hace la salvedad Angeli, de Willis Towers Watson. “Las posiciones regionales en este sentido son doblemente valoradas, porque permiten minimizar el ‘riesgo argentino’”, apunta Iriarte.

Thornton, de Mercer, explica que esta herramient­a es motivo de mayores consultas entre las compañías, que lo ven como clave para resguardar el ahorro de los ejecutivos e incluso lo extienden del CEO y sus directores a gerentes o posiciones clave para el negocio. “Las que no tienen estos mecanismos nos están empezando a preguntar alternativ­as. Por supuesto que no es una realidad generaliza­da del mercado, pero quienes tienen la posibilida­d los diseñan para proteger el poder adquisitiv­o de los ejecutivos”, añade. En este aspecto, las firmas que cotizan en las bolsas del exterior corren con ventaja por sobre las que no. Para no perder competitiv­idad, algunas nacionales lo que hacen es sumar o reforzar los planes de pensión como alternativ­a de generación de patrimolas es el presupuest­o promedio proyectado para 2021

Septiembre 2020

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