Cubrir todos los frentes
Con casi todas las variables bajo estrés y sin ninguna certidumbre aún respecto de cuáles serán las verdaderas secuelas del Aislamiento Preventivo y Obligatorio (ASPO) de más de 160 días sobre la economía, el objetivo primordial de los inversores debería ser cubrirse las espaldas y apuntar a anotar rendimientos que superen tanto a la inflación como a la evolución del tipo de cambio, con alguna porción más jugada del portafolio.
La puerta de entrada a una estrategia que pueda dejar resultados positivos en los bolsillos está en el mercado de capitales. Los bancos no logran superar la inflación proyectada con sus propuestas de tasas de interés por depósitos a plazo fijo, aun en un escenario en el que el Banco Central promueve subas, y el mercado oficial de cambios es demasiado restringido (al cierre de esta edición se hablaban de nuevos controles). Las alternativas que plantean los especialistas son un mix de activos que “ataquen” varios de los frentes abiertos al mismo tiempo. Ni cubrirse solo de la inflación, ni solo de las variaciones del tipo de cambio.
“Hoy es necesario armar carteras compensadas de activos tanto en pesos como en dólares. Es importante tener una diversificación de riesgos y tipos de activos para mantener un equilibrio”, recomienda de entrada Diego Demarchi, gerente de Wealth Management de Balanz.
Pararse en una sola de las dos veredas –pesos (aunque sean indexados) o dólares– implica asumir demasiado riesgo. “Haber logrado un acuerdo para el canje de la deuda en dólares es una condición necesaria pero no suficiente (esto dicho por el gobierno). Los precios de los activos argentinos descuentan la falta de medidas concretas para lo que debería ser la recuperación del crecimiento, el desequilibrio en el de cambio y una convergencia en tasas de rendimiento (riesgo país). Las estrategias de pesos pueden tener ventanas de retornos que pagan su riesgo, pero la falta de medidas tendientes a controlar el desequilibrio monetario eventualmente termina revelando el riesgo asumido”, define Federico Pérez,
La brecha entre el dólar oficial y el CCL Últimos tres meses
Portfolio manager de Mariva Fondos.
“Uno debería plantear qué escenario espera para la inflación de acá a 12 meses y cuáles son las proyecciones para el tipo de cambio y en función de esas expectativas orientar la inversión. Claramente lo que uno busca con el ahorro es que ese dinero pueda adquirir más bienes y servicios en un plazo determinado, es decir que supere a la inflación. Pero también ganarle al tipo de cambio
Septiembre 2020 para no perder en términos de dólares”, plantea Mauro Cognetta, magister en Finanzas y asesor financiero independiente, a modo de presentación del tablero o del campo en el cuál se jugará la próxima batalla.
Los datos que surgen del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central con el consenso de analistas y economistas pueden ser un buen inicio para trazar la estrategia. Según el último reporte publicado por la autoridad monetaria y en el que se condensan opiniones de 44 participantes entre consultoras, bancos nacionales y extranjeros y analistas privados, la expectativa es de una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) real para 2020 de 12,5 por ciento, prevén que el tipo de cambio nominal promedio alcance $ 86,4 por dólar en diciembre 2020 y $ 123,2 a fines de 2021. En cuanto a las proyecciones de inflación el REM indica para diciembre de 2020 un nivel general de 39,5 por ciento interanual y para los proximos 12 meses (agosto 2021) 51,9 por ciento.
En ese contexto, una pregunta que suele repicar en la cabeza de los inversores es: ¿se le puede ganar al mismo tiempo a la inflación y al dólar? “La respuesta es no”, dice Cristian Brau, Head Portfolio manager de Grupo SBS, y aclara inmediatamente “pero en la Argentina el vaso comunicante entre los desequilibrios macroeconómicos (fiscal, monetario) y la inflación suele ser el movimiento en el tipo de cambio. Es decir, secuencial. En tal caso armar una cartera de pesos con un componente CER y cobertura al tipo de cambio vía futuros puede ser una herramienta para ganar protección al tipo de cambio y luego capturar el efecto de un movimiento en la paridad pesos dólar sobre el nimercado
vel de precios”. “Por supuesto como toda inversión tiene sus riesgos, pero puede ser una alternativa para ganar exposición a ambos frentes”, remarca.
“Dependiendo del tipo de inversor, su aversión al riesgo y su horizonte temporal las opciones son diferentes. Para quien piensa en el largo plazo (minimo un año) la recomendación es que esté 100 por ciento dolarizado, que no quiere decir necesariamente con dólares billetes”, aclara Cognetta y desmenuza su estrategia: “Orientaría la inversión a instrumentos dollar linked que ante un salto cambiario le ganarían a la inflación, pensando que esa suba del dólar seria superior que la tasa de interés en pesos, y me daría también cobertura de tipo de cambio”. un inversor local”, dice el Portfolio manager de Mariva Fondos.
Pérez sugiere tres de sus fondos de inversión para diversificar y pivotear entre las distintas necesidades y perfiles de riesgo: el MAF Renta Argentina es un fondo dollar linked, tiene un rendimiento esperado de dólar oficial menos 1,8 por ciento y una duración promedio de 1,25 años. El MAF Acciones es un fondo de acciones que viene batiendo al índice Merval en 23 por ciento en lo que va del año y persistentemente es top performance respecto a sus comparables, y por último el MAF Renta, un fondo de retorno total.
Este último fondo, el Retorno Total, puede adaptarse a la porción de cartera a la que se le quiera imprimir más riesgo. “Acumula en el año un retorno directo del 100 por ciento. La estrategia del portafolio se resume en optimizar dentro de las alternativas de indexación. Cuenta con inversiones en bonos dolarizados (hard y dollar linked), bonos ajustados por CER y futuros de acciones y oro”, explica Pérez.
Desde Balanz proponen “diversificar la inversión con fondos en pesos, cedears y una porción dolarizada que puede estar invertida en un FCI como el Balanz Ahorro Dólar”. ”Para arrancar recomendamos a los inversores posicionarse en el FCI renta Fija Dólar linked que da cobertura contra el movimiento del tipo de cambio y diversificar con el fondo Institucional que contiene instrumentos atados al CER”, describe Demarchi y avanza hacia el segundo paso que podría dar el inversor: “Con el correr de los mesea aconsejamos migrar del dollar linked hacia el fondo Institucional (atado a CER) ya que se espera que la inflación para fines 2020 empiece a acelerarse. Todo esto balanceado con dos fondos de baja volatilidad como son el Ahorro Pesos y el Ahorro Dólares”.
Para la cartera local de mediano largo plazo, Cognetta sugiera repartirla del siguiente modo: 30 por ciento en
Septiembre 2020 instrumentos dollar linked, sean obligaciones negociables (instrumentos de deuda de las empresas) o en FCI que sigan esta estrategia. Otro tercio a Cedears, es decir certificados representativos de acciones extranjeras, y el resto en FCI que busquen ganarle a la inflación con una cartera bien diversificada de activos ajustados por CER o por otras variables”.
Brau pone en su cesta de sugerencias para un inversor promedio el fondo SBS Capital Plus que tiene una cartera en pesos, balanceada entre CER y carry con cobertura al tipo de cambio vía Rofex. “Consideramos que es una estrategia que maximiza la liquidez ante eventos discretos en el tipo de cambio y por tanto mejora la capacidad de capturar ese retorno versus otras opciones dollar linked”. Por otra parte, recomienda el FCI SBS Renta Pesos para aquellos inversores que esperan un camino sostenido de apreciación real en el tipo de cambio mediante una cartera balanceada de pesos, pero con sesgo hacia CER.
“El principal riesgo de estar en pesos es el de tipo de cambio. No importa la estrategia que uno pueda ver en el mercado, no hay ninguna que sea perfecta o libre de riesgos. Ya sea una opción dollar linked tradicional (ONS) o Sintética (Pesos+rofex), todas las alternativas son imperfectas”, advierte Brau.
Otro riesgo para los inversores que se queden posicionados solo en pesos ajustados “es que nuevamente se toquen las estadísticas como ya pasó en la Argentina en 2006”, recuerda Cognetta y aclara que del otro lado, del lado de posicionarse solo en dólares, el riesgo es que “se siga pisando el tipo de cambio oficial”.
La recomendación final es, entonces, estar diversificados, muy atentos y muy informados, para moverse y morigerar los riesgos ante los primeros indicios de cambio de tendencia. Mónica Fernández