Demoras y dificultades
Las empresas del sector señalan que lleva mucho tiempo y esfuerzo conseguir los insumos del exterior.
Hierro, aluminio y otros materiales utilizados en la construcción llegan, en parte, desde el exterior. Y aunque en el sector dicen que aún no registran faltantes, reconocen que lleva mucho tiempo y “esfuerzo administrativo” lograr las transferencias de dinero para pagarles a los proveedores en el exterior. “Son trámites que dificultan y que nos obligan a hacer las cosas con mucha anticipación. De lo contrario, nada fluye. Y si se depende de un importador, puede haber más complicaciones”, explica Pedro Brandi, presidente del Grupo Construya, una entidad que agrupa a las empresas líderes del sector. Las necesidades de importación del sector incluyen bienes de capital, repuestos e insumos que no se fabrican en el país. La demanda de divisas es muy diferente según el subrubro al que pertenezca cada compañía. Es prácticamente nulo en el caso de las caleras y cementeras, que cuentan con gran valor agregado local y pocos insumos intermedios. Pero en la industria de la pintura, los componentes químicos importados pueden llegar hasta el 70 por ciento del costo. Brandi explica que en el relevamiento que se hace empresa por empresa se observan demoras generadas por la restricción en el acceso a divisas. Por ello, hay que tener una conversación muy fluida con la contracara del sector, para que ayude a mover los expedientes e ingrese la mercadería al país. “Entorpece el funcionamiento de la empresa, se encarga de temas que no son el core del negocio”, señala. Además, explica que cuando se hace el pedido, hay que cuidar que el anticipo que deba pagar el importador no exceda US$ 1 mimentan
porque eso frena todo de manera automática. El banco no autoriza el giro y el proveedor no embarca la mercadería. “Por los montos que maneja el sector, llegar a ese número como anticipo no es difícil. Entonces hay que encarar una negociación extra con el proveedor para bajar la suma que piden como adelanto”, agrega.