Inversiones en espera
La incertidumbre cambiaria demora la concreción de proyectos que ya están listos para empezar.
Cuando se inicia un proyecto minero, alrededor del 25 por ciento de los insumos son importados. En este momento, explican en el sector, solo hay uno en construcción y por ello las trabas a las compras en el exterior no los afectan tanto. Sin embargo, sí generan demoras en la decisión de empezar con los proyectos que están en cola, con factibilidad técnica y reservas probadas. Son inversiones con un ticket mínimo de US$ 100 millones que se demoran, señalan. “Tienen prácticamente todo listo para empezar, pero las condiciones actuales del país los hacen dudar. Y si llegaran a decidirse a hacer el desembolso, lo van a hacer con condiciones. Porque el riesgo que hoy es latente puede ser real”, dice Alberto Carlocchia, presidente de la CAEM. La entidad destaca que las restricciones cambiarias están generando inconvenientes para las empresas que ya operan en el país. En septiembre, el BCRA impidió a las empresas a girar divisas para el pago de deuda contraída en el exterior y eso obligó a las compañías a refinanciar sus pasivos. “Vemos que se cambian las reglas del juego a mitad de camino. Y el que invierte US$ 3000 millones no quiere depender de una comunicación del BCRA. Necesita más estabilidad y tener la seguridad de que las condiciones en que hace el desembolso se van a mantener”, agrega. La brecha cambiaria es el otro gran problema que destacan en el sector. “Los costos se fueron a las nubes”, explican. El año pasado, para poder operar en medio de las restricciones a la movilidad a raíz del Covid-19, las compañías tuvieron que alquilar aviones para movilizar a los trabajadollón, res. Y las empresas vieron reducidos sus márgenes, incluso con un incremento del precio internacional de los minerales. “Hay que sentarse y ver las condiciones necesarias de inversión. Generar una ley que promueva la inversión en grandes proyectos, que evite estos cambios de un día para el otro. Hoy el problema de la Argenitna es la carga tributaria y la falta de mantenimiento de las condiciones que hicieron tomar la decisión de invertir”, concluye Carlocchia.