San Martín y el cruce de Los Andes
EL PASO FUNDAMENTAL PARA LA LIBERTAD DE AMÉRICA
Nació el 25 de febrero de 1778 en el pueblo de Yapeyú, situado a orillas del caudaloso río Uruguay, que dependía del Virreinato del Río de la Plata. Su padre, don Juan de San Martín, era el gobernador del departamento; su madre, doña Gregoria Matorras, era sobrina de un conquistador del Chaco.
Se trasladó a España junto con sus padres en el año 1784 donde ingresó al Seminario de Nobles de Madrid. En 1789 comienza su carrera militar en el regimiento de Murcia. Luchó en la campaña de África combatiendo en Melilla y Orán. En 1797 es ascendido a subteniente por sus acciones frente a los franceses en los Pirineos. San Martín recibe el grado de teniente coronel y es condecorado con una medalla de oro. Continua luchando contra los franceses en el ejército de los aliados: España, Portugal e Inglaterra. Combate a las órdenes del general Beresford en la batalla de Albuera. Conoce a Lord Macduff, noble escocés, que lo introduce a las logias secretas que complotaban por la independencia de América del Sur. Por su intermedio obtuvo un pasaporte para viajar a Inglaterra, donde se encontró en 1811 con compatriotas de América española: Alvear, Zapiola, Andrés Bello, Tomás Guido, entre otros. Todos formaban parte de una logia que había fundado el “Precursor”, Miranda, quien, junto con Bolivar, ya luchaba en América por la independencia de Venezuela. En enero de 1812, San Martín se embarca hacia Buenos Aires en la fragata inglesa George Canning.
Por qué San Martín se decidió a cruzar los Andes
San Martín entendió que habían fracasado todos los intentos de derrotar a los realistas por el camino del Alto Perú y, tomando muy en cuenta un plan elaborado en 1800 por el militar inglés Thomas Maitland, decidió que la estrategia más efectiva consistía en cruzar la cordillera, con la ayuda de los
patriotas chilenos, liberar Chile y de allí marchar por mar hacia Lima y, en combinación con Simón Bolívar, terminar con la base del poder español en América.
Qué era la guerra de zapa
Así se llama en términos militares a las tácticas para desorientar al enemigo con informaciones falsas y estrategias de espionaje. San Martín utilizó métodos de espionaje y engaño del enemigo -llamados “guerra de zapa”- durante sus campañas. El cruce de la cordillera se iba a hacer por los pasos de Los Patos y Uspallata pero para ello se necesitaban los planos. Se decidió enviar a Chile al mayor José Antonio Álvarez Condarco -que dibujaba muy bien y tenía una memoria notable- por el Paso de los Patos, que se suponía, era el más largo, con una copia de la declaración de Independencia de las Provincias Unidas para el gobernador español de Santiago, Marcó del Pont. El jefe realista, furioso, hizo quemar el acta y mandó a Condarco por el camino más corto posible, que resultó ser el Paso de Uspallata. El espía de San Martín regresó sano y salvo y pudo diseñar los mapas para el ejército libertador.
Las cifras del cruce de los Andes
A fines de 1816, el jefe militar estaba “listo para la de vámonos”, como él mismo lo dijo. Según Busaniche, el Ejército de los Andes tenía 5200 hombres, 10.000 mulas de silla y carga, 1600 caballos de pelea para maniobrar en el llano, 600 reses en pie para ser faenadas en el camino, 900 tiros de fusil y carabina, 2000 de cañón a bala, 2000 de metralla y 600 granadas. Además, contaba con todos los aprovisionamientos más necesarios para la campaña.
La relación de San Martín con el director Supremo Pueyrredón
San Martín necesitaba de todo para su campaña de los Andes y una de las “víctimas” de sus pedidos era el Director Supremo, Juan
Martín de Pueyrredón, que así le contestaba a uno de sus pedidos en noviembre de 1816: “Van los 200 sables de repuesto que me pidió. Van las 200 tiendas de campaña, y no hay más. Va el mundo, va el demonio, va la carne. Y yo no sé cómo me irá con las trampas en que quedo para pagarlo todo, a bien que, en quebranto me voy yo también para que usted me dé algo del charqui que le mando, y ¡carajo! No me vuelva usted a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la Fortaleza”.
El médico del Ejército de los Andes
James Paroissien era un médico inglés radicado en Buenos Aires en 1803. De ideas liberales, en cuanto estalló la revolución ofreció sus servicios al nuevo gobierno y fue designado cirujano en el Ejército Auxiliar del Alto Perú. En 1812 se hizo ciudadano de las Provincias Unidas y el Triunvirato le encargó la jefatura de la fábrica de pólvora de Córdoba. Allí San Martín lo invitó a sumarse a sus planes y Paroissien fue el Cirujano Mayor del Ejército de los Andes. En varias ocasiones tuvo que atender al libertador afectado por alguna de sus diversas enfermedades.
Cómo era la salud de San Martín
La salud de San Martín era bastante precaria. Padecía de problemas pulmonares -producto de una herida producida en una batalla en España en 1801-, reuma y úlcera estomacal. A pesar de sus “achaques” siempre estaba dispuesto para la lucha y así se lo hizo saber a sus compañeros: “Estoy bien convencido del honor y patriotismo que adorna a todo oficial del ejército de los Andes; y como compañero me tomo la libertad de recordarles que de la íntima unión de nuestros sentimientos pende la libertad de la América del Sur. A todos es conocido el estado deplorable de mi salud, pero siempre estaré dispuesto a ayudar con mis cortas luces y mi persona en cualquier situación en que me halle, a mi patria y a mis compañeros”.
Cómo se organizó militarmente el cruce
Dos divisiones, una al mando del general Miguel
Estanislao Soler y otra al mando del general chileno Bernardo de O´Higgins cruzarían por el Paso de los Patos. Otra, al mando de Las Heras, debía marchar por el camino de Uspallata con la artillería. Otra división ligera, que cruzaría desde San Juan por el Portezuelo de la Ramada con el objetivo de apoderarse de la ciudad chilena de Coquimbo, iba al mando de Juan Manuel Cabot. Otro destacamento ligero debía cruzar desde La Rioja y ocupar Copaipó cruzando la cordillera por el paso de Vinchina. Por el Sur, el capitán Freyre penetraría por el Planchón para apoyar a las guerrillas chilenas lideradas por Manuel Rodríguez.
La alimentación en el cruce
La comida era un problema y San Martín encontró la solución en una comida popular típica de Cuyo el “charquicán”, un alimento basado en carne secada al sol, tostada y molida, condimentada con grasa y ají picante. Prensado era fácil de transportar y se preparaba agregándole agua caliente y harina de maíz.
Cómo transportaban el agua
No había dinero para comprar cantimploras y se resolvió usar cuernos de vaca para fabricar recipientes individuales para cada soldado. Se dice que alguno que otro llevaba más de un cuerno, uno con agua y otro con agua... ardiente o vino para combatir el frío.
La relación de los indios con San Martín
San Martín pensaba que los auténticos dueños del país eran los habitantes originarios de América y se refería a ellos como “nuestros paisanos los indios”. Esto se expresaba, por ejemplo, en el nombre dado a su organización política: La Logia Lautaro, que tomaba su nombre de un guerrero araucano que encabezó la rebelión contra los españoles. Antes de cruzar los Andes se reunió con caciques pehuenches al pie de la cordillera y les solicitó permiso porque “ustedes son los verdaderos dueños de este país”.
Primera victoria de San Martín tras cruzar la cordillera
Del otro lado de los Andes las tropas patriotas logran su primera victoria el 12 de febrero de 1817 en la cuesta de Chacabuco. La victoria de Chacabuco permitió la ocupación de la capital chilena. El 18 de febrero de 1818 se convocó en Santiago de Chile a un Cabildo Abierto que designó a San Martín Director Supremo. Don José rechazó el ofrecimiento y propuso al patriota chileno Bernardo de O’Higgins para el cargo.
La única derrota del Ejército de los Andes
El 19 de marzo de 1818 las fuerzas patriotas sufrieron su primera y única derrota, la de Cancha Rayada. El saldo fue muy negativo: 150 muertos, centenares de heridos y la pérdida de gran parte de la artillería. Pero el General Las Heras logró salvar parte de la tropa y las armas y pudo así reorganizarse un ejército de 5.000 hombres.
Cuál fue la batalla que decidió la independencia de Chile
San Martín logró derrotar definitivamente a los realistas en Maipú el 5 de abril de 1818. Este triunfo consolidó definitivamente la independencia de Chile. Varios días después, cuando llegó la noticia del triunfo, en Buenos Aires se organizaron bailes y festejos y la gente iba de casa en casa felicitándose y abrazándose.
Los pasatiempos preferidos de San Martín
Le gustaba mucho jugar al
ajedrez y era muy difícil ganarle. Había practicado desde chico en sus diversos destinos militares y tuvo la ocasión de enfrentar con éxito a grandes jugadores. Tocaba muy bien la guitarra y en ciertas ocasiones, cuando los avatares de la guerra lo permitían, daba improvisados conciertos para sus “compañeros del Ejército de los Andes”, como él los llamaba. En España había tomado clases de guitarra con el gran concertista y compositor Fernando Sor.
Cómo se consiguieron las armas del Ejército de los Andes
San Martín sabía que no podía esperar que el gobierno central le mandara más cosas. Necesitaba armas y decidió montar una fábrica en el campamento del Plumerillo cerca de la ciudad de Mendoza, al frente de la cual estaba el sacerdote Fray Luis Beltrán, que fabricó fusiles, bayonetas, cañones y municiones con la ayuda de los habitantes de Cuyo.
¿Qué problemas debieron enfrentar San Martín y sus hombres durante el cruce de los Andes?
Tuvieron que soportar grandes cambios de clima. La sensación térmica se agudiza con la altura. De día el sol es muy fuerte y se llega a temperaturas de más de 30 grados y durante la noche el viento helado, con mínimas de 10 grados bajo cero, pudo llevar al congelamiento. La altura promedio es de 3000 metros, lo que provocó en muchos hombres fuertes dolores de cabeza, vómitos, fatiga e irritación pulmonar.
Qué animales utilizaron para cruzar la cordillera
San Martín, como el resto de la tropa, cruzó los Andes en burro y en mula porque los caballos no resisten las condiciones de la cordillera. Según parece don José nunca usó un caballo blanco, ni siquiera en el combate de San Lorenzo.
En qué términos se refería San Martín a sus soldados
He aquí un ejemplo: “Orden General del 18 de julio de 1819
Compañeros del Ejército de los Andes: La guerra se la tenemos que hacer cono podamos: si no tenemos dinero; carne y tabaco no nos tiene que faltar. Cuando se acaben los vestuarios, nos vestiremos con la bayetilla que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa. Compañeros, juremos no dejar las armas de la mano hasta ver el país enteramente libre, o morir con ellas como hombres de coraje”. José de San Martín
Que fue la llamada “genial desobediencia”
En Buenos Aires, el director supremo Juan Martín de Pueyrredón, para combatir al caudillo José Gervasio Artigas, favoreció la invasión portuguesa de la Banda Oriental y le pidió a San Martín que se hiciera cargo con su Ejército de la represión de los orientales. San Martín se negó diciéndole que “el general San Martín jamás desenvainará su espada para derramar sangre de hermanos” y se dispuso a continuar con sus campañas libertadoras.
A qué se llamó el “Acta de Rancagua”
A principios de 1820 tras la batalla de Cepeda, desaparece el poder central representado por el directorio. San Martín era el General en Jefe de un ejército de un estado que ya no existía. El 2 de abril de 1820, los oficiales del Ejército de los Andes firmaron en Rancagua una declaración en la que decían que la autoridad de San Martín no caducaba porque “su origen, que es la salud del pueblo, es inmutable”. Gracias a este apoyo San Martín se sintió con el suficiente poder para emprender la campaña del Perú.