Marketing y arquitectura
El mundo del marketing no deja de sorprendernos. En las páginas 10 a 13 publicamos un descomunal proyecto. Una casa de insólitas dimensiones pensada para cautivar a un millonario. Supercasas para megamillonarios. La peregrina idea de Magnus Ström es hacer casas excepcionales, piezas únicas, numeradas como obras de arte, joyas o autos. El instrumento de venta son unos espectaculares renders en un paisaje fantástico. Pero a poco de hacer zoom surgen observaciones. ¿No encuentran ustedes un parecido muy cercano a los proyectos (estos si construidos) del brasileño Marcio Kogan? Si miran la planta, ¿no les parece que faltan una que otras columnas? Las dimensiones de dormitorios y las de las áreas de estar ¿no les parecen un tanto excesivas? Resulta difícil contraponerlas con las dimensiones de los departamentos habituales que, ahora, para que sean más accesibles al público joven, proponen bajarlos hasta los 18 metros cuadrados (página 31). Manuel Ludueña, especialista en planificación, no opina lo mismo. Y dispara en La 0.3 munición gruesa contra las modificaciones que plantean el futuro código urbanístico y de edificación que convalidarían avanzar en esa dirección (página 8). Volviendo al marketing, en el caso que hemos titulado Oficinas etílicas, que ocupa la tapa de esta edición de ARQ, los arquitectos, las áreas de recursos humanos y las de marketing se juntaron para encontrar los conceptos que debían guiar los proyectos de estas oficinas. En Bodegas Bianchi, el salón ovalado no es solo el lugar de degustación y encuentro. También por su materialidad, madera y acero, simboliza la nobleza del producto. En el caso de Campari encontraron un elemento que ordenó y dio sentido al diseño. Tal vez como no podía ser de otra manera, pero había que darse cuenta, la barra es el ícono funcional y simbólico de esta oficinas de Campari.