Pocos metros que rinden como muchos
Las unidades mínimas son una alternativa para pequeños inversores y usuarios finales. La clave: un mobiliario flexible.
En Buenos Aires, el valor del metro cuadrado en un barrio como Constitución –de los más accesibles–ronda los US$ 2.300 para un departamento a estrenar. Este monto es elevado para cualquier familia, por lo que las desarrolladoras, que aún no gozan del beneficio de los créditos hipotecarios, se las ingenian para ofrecer un financiamiento posible a quienes buscan comprar una vivienda nueva.
Una de las opciones son los departamentos de entre 18 y 23 m2, “una tipología que apunta a un público joven de clase media que quiere acceder a su primera vivienda o bien realizar una inversión”,
explica Pablo Brodsky, Director Comercial de Predial Propiedades, la empresa que acuñó el concepto de “microdepartamentos”.
Este tipo de construcciones nació en Japón en la década del 60 y desde allí fue extendiéndose a las principales capitales del mundo, donde la concentración poblacional es muy alta y, por lo tanto, el valor del suelo es casi inaccesible.
Ante esta problemática, la tendencia mundial se orientó hacia viviendas modernas, minimalistas y de vanguardia, como lo demuestra también el crecimiento del coliving, basado en unidades pequeñas conectadas por espacios sociales comunes. Las unidades mínimas, en cambio, son una respuesta para quienes no quieren resignar intimidad.
Para Brodsky, la aceptación de este producto no pasa solamente por el precio, sino también por el valor agregado que le da un diseño inteligente que suma funcionalidad y con el que se logran “ampliar” los metros cuadrados: camas rebatibles, espacios de guardado en al- tura y mobiliario multifunción.
Por otra parte, en el caso de los micro departamentos, las unidades complementan el espacio privado con los amenities disponibles en el edificio: working stations, microcine, espacio de bar-cocina, zonas con wifi, solarium, espacio para gimnasio, jacuzzi exterior, área de parrillas, biciparking con bicicletas incluidas y bauleras opcionales.
“El inversor que decide comprar este tipo de inmueble busca, en muchos casos, resolver una necesidad habitacional, aunque tenemos varios inversores que apuestan a los alquileres temporarios.
Este tipo de emprendimiento es ideal para los turistas, ya que la rentabilidad es más alta” sostiene el desarrollador.
En cuanto a precios, el valor del metro cuadrado es más bajo que en los desarrollos de unidades tradicionales. En Saavedra, en donde Predial tiene un emprendimiento, ronda los US$ 2.200 contra los más de US$ 2.400 de un departamento convencional. “El atractivo de estas unidades es que por menor costo de inversión el precio del alquiler es similar al de una unidad de 35 metros cuadrados, con lo cual la rentabilidad de su inversión es mucho mejor”, afirma el desarrollador. El modelo de compra es por fideicomiso y con una financiación a largo plazo –de hasta 120 cuotas– de $5.300 mensuales. Modelo en expansión
La compañía anunció el resultado de la colocación de su Fondo Común de Inversión (FCI) Cerrado Inmobiliario Quinquela + Predial enmarcado en la Ley 27.260. Parte de ese fondo se destinará a unidades de microdepartamentos en cinco emprendimientos residenciales en los barrios de Almagro, Flores, Mataderos y Saavedra, y uno en la ciudad de Neuquén.